Palabras CuidadasMuestra
Día 1 - Hacer la Pausa
El gran comandante de nuestras emociones en el cerebro es el sistema límbico. Cuando nos enojamos, el sistema límbico es quien produce la primera experiencia, quien además nos tienta con una reacción más bien instintiva. Este sistema funciona a la velocidad de un Fórmula Uno. Por lo cual, si ante el menor estímulo, desplegamos una conducta hacia afuera con inmediatez, será una reacción más primitiva, sin haber procesado la emoción.
Ahora bien, si hacemos una pausa, tendremos el equipo completo para jugar mejor nuestro partido. ¿Por qué? Por medio de un proceso más complejo y de un nivel superior cerebral, llegará la intervención, de la corteza prefrontal (quien coordina procesos de atención, relación de la nueva información con lo ya aprendido, toma de decisiones, etc.). Sentido común y biología pura nos llevan a una sencilla conclusión: Si reaccionamos con velocidad, es probable que hayamos pasado por alto gran parte de nuestro aprendizaje previo.
No se trata de expulsar de nuestras vidas las emociones, sino de hacerlas participar en combinación con nuestra experiencia previa y procesando la respuesta con una reflexión más profunda.
A la hora de la comunicación, esto es vital. Especialmente cuando el enojo y la impotencia ganan terreno, la pausa y la contestación prudente pueden ser grandes aliados de nuestro bienestar, y también del bienestar general.
Expresó el sabio Salomón: “El verdadero sabio emplea pocas palabras; la persona con entendimiento es serena. Hasta los necios pasan por sabios si permanecen callados; parecen inteligentes cuando mantienen la boca cerrada” (Proverbios 17:27-28).
¿Quién te obliga a contestar un mensaje de Whats App ya mismo? Especialmente si estás alterado, espera.
¿Quieres interrumpir a quien te está hablando porque te sientes atacado? Espera.
¿Crees ya entenderlo todo cuando el otro recién comenzó con su explicación y ya estás a punto de hablar? Espera.
Por lo tanto, para conectar bien con el otro, aprende a hacer una pausa y luego responde con prudencia. Un freno a tiempo puede llegar a evitar muchos males. Parar, pensar, actuar.
Dr. Gustavo Bedrossian
Acerca de este Plan
¿Nos resignaremos a que algo tan bello como la palabra, sublime creación de Dios se use para hacer tanto daño? Nuestro modo de hablar puede marcar una diferencia en nuestras familias, lugares de trabajo, iglesias, y todo lugar que pise la planta de nuestros pies. Palabras Cuidadas, plan surgido del libro que ella este mismo nombre, te invita a transitar un camino hacia la salud emocional y la salud comunicacional.
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Nos gustaría agradecer a PsicoRecursos por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.psicorecursos.com.ar