Aprovecha Bien El TiempoMuestra
La vida cristiana es una vida extremadamente activa. Sin importar si somos niños juguetones o ancianos jubilados, los creyentes tenemos muchísimo que hacer. Si estamos en esta tierra todavía, tenemos una misión: hacer discípulos de todas las naciones, amando a Dios y amando a otros (Mt. 28:19-20; Mr. 12:29-31).
En 1 Tesalonicenses 5:12-24 encontramos algunos de los deberes prácticos de todo cristiano: reconocer a nuestros líderes, vivir en paz con otros, amonestar a los indisciplinados, animar a los desalentados, sostener a los débiles, ser pacientes, procurar lo bueno para con todos, estar gozosos, orar sin cesar… ¡y más! Estos mandatos lucirán diferentes en la vida de cada persona (algunos animan desde los púlpitos y otros mientras cambian pañales), pero lo cierto es que todos los cristianos debemos ocuparnos en cumplir las cosas que nuestro Señor nos ha llamado a hacer.
A esta “lista de tareas” de Tesalonicenses, por supuesto, añadimos aquellas actividades cotidianas que Dios también nos llama a hacer para mantener nuestras comunidades funcionando. Hay platos que lavar, autos que reparar, reuniones que planear, basura que sacar, heridas que limpiar, y correos que contestar. No es extraño que sintamos que siempre hay algo más por hacer… ¡siempre lo hay!
Aunque todo esto parecer ser abrumador, no tiene que ser así. La razón la encontramos en los versículos 23 y 24 de 1 Tesalonicenses 5: “Y que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Aquel que los llama, el cual también lo hará”.
Pablo le recuerda a los tesalonicenses —y a nosotros— que, aunque hay mucho que hacer, no debemos perder de vista que el mismo Dios que los llamó es quien los llevará hasta el final. Los cristianos confiamos en que el Dios que nos ha salvado es quien nos santificará por completo y nos preservará para el momento en que Él regrese. Mientras nos esforzamos, descansamos en que el Señor todopoderoso es quien nos llevará al final de la carrera.
Si estás en Cristo, eres libre de trabajar duro para cumplir lo que Dios te ha mandado a hacer, sabiendo que Dios es quien te santifica a cada paso y quien te llevará a la meta. Es la fidelidad del que nos llama —no nuestras fuerzas o capacidades— la que nos sostiene para seguir.
Mientras buscas andar en la vida productiva, recuerda que el que te llama es el que te sostiene. Si todos tus planes se derrumban puedes seguir adelante porque, si estás en Jesús, la victoria ya está dada.
Escrituras
Acerca de este Plan
La verdadera productividad no es hacer un montón de cosas en poco tiempo. Es hacer las cosas correctas de la manera correcta. Hacer las cosas que Dios te ha llamado a hacer en este momento, en donde estás y con lo que tienes. En este devocional meditaremos en algunos fundamentos bíblicos para vivir aprovechando bien nuestro tiempo, energía y habilidades, para gloria de Dios y el bien de otras personas.
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Nos gustaría agradecer a HarperCollins/Zondervan/Thomas Nelson por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.editorialhccp.com/gruponelson/aprovecha-bien-el-tiempo/ |