El crecimiento es esencial en la vida espiritualMuestra
Un creyente estable se caracteriza por su firmeza (Parte III):
Tiene posturas firmes aún sobre temas y situaciones ambiguas y difíciles, evitando posturas neutrales y acomodaticias. Cuando un creyente tiene una convicción profunda en la validez y inerrabilidad de los principios de la palabra de Dios, actúa conforme a esas convicciones, por lo tanto no será emocionalmente fluctuante, ni propenso a reaccionar ante las circunstancias, o manipulaciones de otras personas, problemas, etc., que lo lleven como un niño, “sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error” (Efesios 4:14), sino que tomará decisiones basadas en los principios Escriturales, lo cual le garantiza coherencia y efectividad a largo plazo, a la vez que le gana un posicionamiento en testimonio ante otras personas.
En un creyente maduro en estabilidad, su sí es sí y su no es no
Es congruente en su comportamiento, con sus principios y creencias, mostrando una conducta signada por la integridad. Hay congruencia entre lo piensa, lo que siente y lo que hace.
Es un creyente que gestiona con dominio propio sus emociones
Son personas perseverantes gracias a su estabilidad. No abandonan con facilidad ante el menor obstáculo. Como ejemplo podemos señalar a los creyentes del primer siglo, cuya estabilidad les hacía perseverar en la vida cristiana: "Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones" (Hechos 2:42).
- ¿Cómo es tu desempeño emocional cuando se trata de emociones como el enojo o el dolor?
- ¿En tu accionar eres congruente con tus principios y valores que declaras? ¿Te defines como un creyente maduro o como un niño espiritual?
- ¿Qué dicen otros: familia, hermanos en la fe, compañeros de trabajo, etc., acerca de tu desempeño emocional?
- ¿Sientes que eres una persona estable en tu funcionamiento en las diversas actividades que realizas: trabajo, ministerio, vida familiar, etc.?
- ¿Dirías que eres una persona perseverante: completas lo que inicias y emprendes, cierras procesos, concluyes proyectos?
Escrituras
Acerca de este Plan
El crecimiento espiritual no es automático. Requiere compromiso intencional. El creyente necesita desear crecer, decidir crecer, hacer un esfuerzo para crecer y persistir en el crecimiento. Si no está comprometido con llegar a ser la persona que Dios le ha llamado a ser, no habrá crecimiento en su vida. Dios pone a disposición del creyente los medios para el crecimiento espiritual, pero la persona debe resolverse a crecer.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/