Liderazgo desde ceroMuestra

Resiliencia

La purificación que viene a tu vida en medio de la lucha es oro puro. (Así es... ¡oro puro!) El proceso de fijar tus ojos en el eterno Dios fiel y bueno y alabarlo en medio de la lucha, es una ofrenda que solo podremos darle en este lado de la eternidad. Es como un dulce sonido que llega a Sus oídos y que produce una hermosa ofrenda que no se parece en nada a lo que le podríamos ofrecer cuando las cosas están tranquilas y calmadas.

Navegar en medio de la tensión produce resultados importantes en el desarrollo del carácter y el liderazgo. En los muchos años de trabajo y entrenamiento con líderes talentosos de Fortune 500, puedo testificar de primera mano, que los mejores líderes, aquellos que son reconocidos como los mejores para trabajar, los mejores para darle valor a una empresa y aquellos que tienen un gran potencial, son los que han tenido que esforzarse y luchar para llegar a ese lugar a pesar de incontables dificultades y retos personales y profesionales.   

Estos líderes han aprendido a atravesar diferentes niveles de tensión a lo largo de los años. Han tenido éxito y tan fracasado. Se han levantado y han aprendido de sus errores. Tal vez hayas escuchado de esta habilidad llamada resiliencia, habilidad que los líderes sabios buscan en el talento actual y en el de la siguiente generación, es decir, personas que tengan una alta capacidad de "recuperación".

La resiliencia es uno de los factores más importantes del talento emergente en el liderazgo. Las personas resilientes son aquellas que tienen la capacidad suficiente para recibir comentarios contundentes, escuchar, aprender y ensayar de nuevo.  

En medio de la dificultad, es importante que los líderes sean conscientes del don que nos ha sido dado y puedan ver la lucha como una oportunidad potencial. Solo en medio de los momentos difíciles podemos desarrollar resiliencia. Posiblemente, lo último que usted espera de un líder es que nunca haya pasado por dificultades. Piense en una palmera y la gran importancia que tienen sus raíces fuertes y profundas. Después de todo, ¿cuál sería el valor de una palmera espectacularmente alta y hermosa que se desarraiga ante la primera señal de una tormenta tropical?  

Un árbol necesita estar expuesto a los vientos que buscan arrastrarlo y arrancarlo del suelo para que logre sostenerse sin apoyo. A medida que va enfrentando los vientos, las raíces del árbol crecen y se introducen más profundamente en el suelo.  

Muchas veces nos emocionamos al evidenciar el crecimiento de un árbol en sus hojas, flores o frutos (es decir, las cosas que se ven), pero lo que realmente importa es el crecimiento que ocurre bajo la tierra, pues eso es lo que le da longevidad y estabilidad al árbol. Mañana comenzaremos a estudiar una historia de la Biblia que nos ayudará a considerar lo que debemos y no debemos hacer a fin de afianzar la fuerza de nuestro liderazgo desde la raíz hasta las ramas.

Liderazgo en acción: 

• Como líder con la responsabilidad de contratar miembros de un equipo, pregúntale a tus candidatos potenciales en la entrevista qué han aprendido de la vida y de las experiencias en su profesión y por qué eligieron los trabajos y las oportunidades educativas que eligieron. Busque tendencias. Si demuestran un profundo conocimiento y aprendizaje personal en cada decisión que hayan tomado, ¡tiene a un ganador!
• Si no demuestran su aprendizaje o la habilidad de aceptar comentarios o de recibir dirección en sus decisiones, o si parecen ser siempre los héroes de su propia historia... entonces muy seguramente no serán los mejores candidatos, a pesar de todas sus habilidades únicas o cuán calificados sean.
• Para probar su perspectiva aun más, brinde a los candidatos una retroalimentación en tiempo real en el proceso de la entrevista y observe su reacción en el momento. ¿Se defienden a sí mismos inmediatamente? o ¿Se detienen a pensar y considerar sus comentarios cuidadosamente? Quienes se defienden a sí mismos usualmente carecen de resiliencia para navegar de forma efectiva en medio de las dificultades.