Cómo manejar mi enojoMuestra

La ira es controlable

Así como la ira es tan peligrosa y poderosa, todavía hay buenas noticias para aquellos de nosotros que estamos en Cristo Jesús. Podemos vencer esta emoción porque Dios nos da la victoria sobre el pecado. Una vez que reconocemos que la ira es una actividad de nuestra carne pecaminosa, tenemos la capacidad en Cristo de guardarla. Lidiar con nuestra ira ahora se convierte en una elección personal. Sin embargo, no tenemos que luchar solos en esta batalla.

El Señor nos ha dado herramientas para superar cualquier deseo o emoción pecaminosa, incluida la ira. La Biblia nos manda ser llenos del Espíritu de Dios. También nos instruye a ser llenos de la Palabra de Dios. Estos dos trabajan mano a mano. Para ser llenos del Espíritu, necesitamos someternos a la Palabra de Dios. Una vez que nos sometemos a las Escrituras, sabemos que el poder del Espíritu de Dios está obrando en nuestra vida. Cuando estamos llenos de la Palabra de Dios y su Espíritu, la plenitud de la gloria del Señor vive en nosotros. De esta manera, el fruto del Espíritu opera en nuestra vida. Produce un tipo diferente de vida en nosotros a partir del que está lleno de ira.

Prácticamente, nos llenamos de la Palabra de Dios memorizándola. Por lo tanto, necesitamos memorizar las Escrituras que enseñan contra la ira. Por ejemplo, el libro de Santiago dice que la ira humana no logra la justicia de Dios. En otras palabras, si queremos ser justos en cualquier área de nuestras vidas, tenemos que dejar de lado la ira. De esta manera, debemos estudiar los pasajes de la Biblia que tratan nuestras emociones y luego tomar decisiones de acuerdo con estas Escrituras. También debemos orar para que el Espíritu Santo nos ayude a aplicar las verdades de Dios en nuestra vida diaria.

Además, la Biblia nos dice que cada uno somos un miembro del cuerpo de Cristo. Podemos compartir nuestra necesidad de superar la ira con otros creyentes. Podemos pedir a nuestros líderes de la iglesia local que oren por nosotros y que nos hagan responsables de nuestros errores. Estas herramientas nos ayudarán a lidiar con la ira. Podemos superar esta poderosa emoción con la ayuda de la Palabra de Dios, el Espíritu de Dios y su iglesia. Entonces, viviremos una vida llena del fruto del Espíritu Santo, como la paciencia, la bondad y el autocontrol.

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