Grandes Héroes De La Fe: JosuéMuestra
Josué y Rahab
“Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo” (Josué 3:7).
Los líderes llamados por Dios vienen de diferentes trasfondos, culturas, posición social, raza y edad. Ellos no escogen el tiempo en el cual dirigen, solo obedecen las órdenes de su Señor: Ester para ser esposa de un rey, Rut para transmitir un linaje de reyes, Pedro un pescador, Amós un pastor de ovejas, Nehemías la mano derecha de un Rey, Daniel un primer ministro, Lucas un médico turco, Mateo un cobrador de impuestos.
David lideró en tiempos de guerra, Salomón en tiempos de paz. Moisés fue un intelectual educado en las mejores universidades de Egipto llamado por Dios para liderar en el desierto y Josué el ayudante de Moisés por más de 40 años, llamado por Dios para dirigir la conquista de la tierra prometida.
Unos sirven en tiempos de prosperidad y paz, como fue el caso de Salomón y otros en tiempo de escasez y peligro como fue el caso de Elías y muchos otros.
Queridos, en oportunidades, la adversidad impulsa a hombres y mujeres a convertirse en líderes de grandeza y osadía, como fue el caso de la prostituta Rahab al recibir y ocultar a los dos espías enviados por Josué a explorar la tierra prometida.
… “Yo sé que el Señor les ha dado esta tierra”. Esta sorpresiva explosión de fe muestra que en la mente de Dios, en su plan de redención para con la humanidad, Él ya había orquestado este encuentro divino entre la prostituta Rahab y los espías.
Me sorprende ver en algunos círculos religiosos, como hoy, dos mil años más tarde de Jesucristo, la comunidad cristiana se escandaliza ante la generosidad divina. Amamos el evangelio para nuestro “Status quo” pero en oportunidades nos parece un tanto bizarro ver como Dios permite la entrada a “Cualquiera” a su mesa de comunión. Qué pronto se nos olvida que el evangelio es para aquellos que sabemos que somos pecadores.
La verdad querido amigo, es que todo creyente en algún momento de su vida experimentará un llamamiento de Dios para hacer algo fuera de lo común; al parecer Rahab entendía esto de alguna forma: “Yo sé que el Señor y Dios, es Dios de dioses tanto en el cielo como en la tierra”. Esta fue su prueba de fe para entrar al disfrute del gozo de su Señor. Es verdad que su fe, no era una fe fuerte ni perfecta, pero era admirable y le bastó para vivir por gracia.
Al final, Josué sería un salvador para Rahab, pero un juez para el resto de Jericó. De la misma manera Jesús es un salvador para aquellos que confían en Él, pero un juez para aquellos que lo rechazan.
Recuerda, el llamamiento y destino de Rahab era casarse con uno de los príncipes de Judá y ser contada en el linaje del Rey David y de Jesús mismo.
Acerca de este Plan
Uno de mis personajes favoritos de la de Biblia es Josué. Su historia es un relato de acción y suspenso en donde un hombre encuentra en su fe la motivación correcta para avanzar hacia el cumplimiento de las promesas de Dios, en medio de limitaciones, dificultades, dudas y el temor propio de adentrarse hacia lo desconocido.
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Nos gustaría agradecer a Conociendo a Dios por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://conectar.conociendoadios.net