Grandes Héroes De La Fe: JosuéMuestra

 Fidelidad y lealtad

¿Alguna vez te ha pasado que has esperado mucho tiempo para ser promovido y con el correr de los días, meses y años, piensas que tus sueños de darle un futuro mejor a tu familia a lo mejor nunca llegarán?

En la lógica de Dios, el éxito no se basa en los peldaños que alcancemos al subir en la escalera corporativa; sino en la fidelidad con la que desempeñemos la asignación que Dios nos otorga en cada jornada de la vida, y en el nivel de dependencia que logremos desarrollar con Él durante estos años.

Antes de ser promovido como sucesor de Moisés, Josué fue fiel en lo poco y en cada asignación que su jefe Moisés le delegó; como cuando cuidó y esperó a mitad de camino a Moisés, cuando él subió al Monte Sinaí a recibir los Diez Mandamientos de mano de Dios, o cuando fue uno de los doce exploradores enviados por Moisés a la tierra de Canaán y también cuando Josué asumió el liderazgo al ser el lugarteniente de Moisés en la batalla contra los amalecitas en Refidim.

Al ser fiel en lo poco, Josué experimentó la bendición y el poder de Dios en todo lo que hacía durante su proceso formativo por el desierto. En el gran proyecto de Dios para con la humanidad, Dios ayuda a quienes obedecen su voluntad, en muchas oportunidades no se trata de “nuestro duro trabajo” sino de nuestra lealtad, franqueza, fidelidad y entrega, a lo que Dios ha considerado como trabajo bueno para nosotros en este tiempo.

El llamado a la acción aún estará ahí, por más difíciles que sean los tiempos siempre podremos confiar en que Dios nos ayudará, si somos esforzados, intrépidos y valientes. Pero los esfuerzos, iniciativas y los logros se llevarán a cabo porque Dios lo permite, más que por nuestra propia habilidad o estrategia.

Razón tenía el Señor cuando le pidió a Josué en su nombramiento público frente a todo Israel, que lo que Él esperaba de Josué era que se esforzara y tuviera valor en llevar por obra lo que el Señor le pidiera que hiciera.

Queridos, la victoria en la conquista de la tierra prometida no estaba asegurada porque Josué fuera el jefe líder, o porque Israel fuera una gran nación o empresa de conquista, sino porque Dios estaría con ellos y los guiaría a través del liderazgo de Josué. Por tanto, Su palabra y consejo no estarían velados para Josué; él siempre contaría con la gracia y favor de Dios.

Siempre me pregunté ¿Por qué Dios permitió que Josué acompañara a Moisés al Monte Sinaí donde le entregaría las Tablas de la Ley y no Aarón? Pienso que, a lo mejor, desde lejos Dios vio que Josué tenía un corazón enseñable y era dócil a su dirección.

Recuerda, cada encuentro con Dios abre posibilidades sin límites en su buena, agradable y eterna voluntad para quienes le amamos, somos fieles y confiamos en Él.

“Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto” Romanos 12:2 TLA.