Recupera tu vida: Piensa bien para vivir bienMuestra

Acepta la batalla

Estás destinado a impactar. Eres amado, indescriptiblemente valioso, y fuiste hecho por Dios para Su gozo y Su gran propósito. Puedes estar luchando con esto, pero a medida que escuchas a Dios y tomas decisiones, estás desarrollando los músculos de la fe. Acepta la batalla.

Tratamos el tema de la voluntad de Dios como si fuera esta cosa loca, exótica y misteriosa, pero en verdad, es mucho menos enigmática. Discernir el llamado de Dios se trata de en quién te estás convirtiendo más que hacia dónde vas.Tal vez se trata menos de lo que haces y más de lo bien que haces lo que haces. Está aquí y está listo, si sólo abres los ojos.

Nos obsesionamos con los detalles de la voluntad oculta de Dios, pero, suponiendo que estés caminando con Él y obedeciendo Su voluntad revelada, puedes hacer lo que quieras o ir a donde quieras y confiar en que Él es quien dirige y guía a través de tus pensamientos y deseos. Sal con fe sabiendo que Dios va delante y establece las cosas, guiándote en Su providencia y preparando todo para que lo descubras.

Si estás desanimado por la diferencia entre quién eres ahora y quién quieres ser; entre el ahora y el todavía no, descansa en el hecho de que tenemos un Salvador viviente, así que tenemos una esperanza viva. Jesús regresará y lo que el enemigo ha destruido será restaurado. Hay más vida delante de nosotros que detrás. Ese día aún no ha llegado y a veces parece que nunca llegará, pero está garantizado (véase Romanos 8:19–25). Podemos vivir en expectativa, llenos de anticipación. Esto es lo que te mantendrá en marcha cuando tengas ganas de darte por vencido.

Pon tu mente en las cosas de arriba, no en las cosas de esta tierra (véase Colosenses 3:2). El futuro es donde debes enfocarte, no el pasado. Cuando tu corazón está debidamente enfocado en las cosas que están por venir en lugar de paralizado por las cosas duras y horribles que has tenido que manejar, estás posicionado para ser efectivo en el presente. Con la ayuda de Dios, puedes aumentar la emoción por todo el gozo y la gloria que te esperan y combatir el hipnotismo mortal de este mundo.

Con el futuro en mente, sigue luchando hoy y todos los días. Te enfrentarás al fracaso. Pensarás en darte por vencido. Comenzarás a perder la fe en tus sueños, pero la verdad es que esta es una pelea y no ha terminado. Una pelea incluye ser derribado y volver a levantarse. Puede ser una batalla difícil y sangrienta.

En la medida que continúes luchando la buena batalla y sigas viviendo, no es sólo por ti mismo que debes luchar para recuperar tu vida. Dios quiere salvar vidas a través de ti. ¿Quién sabe cuál será tu legado si sigues levantándote y estando presente? ¿Quién sabe a quién inspirará Dios por la forma en que enfrentas tus luchas con fe y esperanza en Jesús?

Responde

>¿Qué has aprendido de tus luchas, tanto en tu mente como en tus circunstancias?

¿Cómo afecta tu perspectiva sobre el fracaso tu capacidad para enfrentar tus luchas?

¿Cómo es que estar presente todos los días permite que Dios te use? ¿Por qué vale la pena el costo de estar presente?