Proyecto Biblia | La Sabiduría de ProverbiosMuestra

Capítulo 5: rechaza la Señora Necedad

Octavo discurso del padre al hijo

Hay un personaje en Proverbios, la adúltera, con quien solo hemos tenido breves encuentros hasta ahora (2:16-19). Ahora, en los capítulos 5-7, miramos mucho más de cerca a esta mujer, y no es nada bonita. Esta mujer es una farsa, y no te hará ningún bien.

Este discurso es aterrador. El padre llama a la adúltera la "mujer prohibida". Como la palabra "prohibida" implica, ella ya es una mujer casada. ¡Cuidado! Puede ser persuasiva, con una boca que "destila miel" y palabras que son "más suaves que el aceite", pero en realidad es amarga y mordaz. Síguela y te llevará con ella "directo a la tumba".

El padre continúa utilizando un conjunto de imágenes contrastantes: la casa de la adúltera es la raíz de la destrucción, pero el hogar de tu esposa es el fruto de la vida. El discurso del padre fluye con palabras que comparan a la esposa con el agua (una "cisterna" y una "fuente"). En Medio Oriente, el agua era particularmente gratificante debido a las temperaturas extremadamente altas. Del mismo modo, el padre insinúa, la esposa es agua para el alma de su marido. El hombre sexualmente sediento siempre debe beber del cuerpo de su esposa, y embriagarse con su amor; nunca tomar de otra mujer.

El padre le dice a su hijo que "se regocije con la mujer de su juventud" (18). Este es un llamado a disfrutar de la intimidad sexual con su cónyuge. Bebe de las aguas puras del matrimonio y deja pasar las aguas contaminadas de la adúltera. Si estás casado, da gracias por tu cónyuge mientras lees este capítulo y pregúntate cómo puedes alegrarte más en este amor mutuo. Si no estás casado, pídale a Dios que te dé paciencia en tu espera por agua pura.