GenerosidadMuestra

Generosidad hacia mi familia

Siempre he sido muy disciplinado con mis diezmos y ofrendas, pero admito que cuando Kelly y yo nos casamos me volví cerrado en comprar cosas para la casa. Como hombre recién casado yo era muy estricto para los diezmos, pero tacaño en mi casa.

Me acuerdo de que Dios me habló muy fuerte a través de Kelly, ella me hizo ver que yo tenía fe para dar los diezmos y ofrendas pero que no compraba nada para la casa o para ella. A través de esa observación, Dios comenzó a poner un nuevo normal en mí para proveer para mi casa. A partir de ese momento, si me compraba un par de zapatos, entonces a Kelly le tocaban dos, si me compraba algo nuevo, ella debía recibir lo mismo o el doble.

¿Sabes? Aprendí que no solamente hay que darle a Dios lo que es de Dios, sino también darle a nuestra familia lo que se merece y, aunque en el ejemplo menciono la generosidad a través de lo económico, quiero que veas esto: la generosidad no es solamente dinero en nuestra familia, también está en nuestras palabras hacia nuestro cónyuge, hijos, padres, etc.

De pronto, me da un poco de tristeza escuchar a jóvenes que tienen meses de no recibir un abrazo de sus padres. Necesitamos ser más generosos con nuestros hijos, amarlos, abrazarlos, jugar con ellos, etc.

Necesitamos ser más generosos en nuestro matrimonio, dedicarnos más palabras bonitas, tener espacios en los que podamos reencontrarnos, tener actividades juntos, cosas que nos unan y tener mejor comunicación.

La generosidad no solo es una religión de dar una parte a Dios, sino que se vuelve un estilo de vida que siempre pone primero a Dios, pero siempre se desborda en bendición en tu matrimonio, en tus hijos y en tu familia.

Quiero animarte, en este día, a que pruebes actividades diferentes con tu familia, abraces, dediques palabras bonitas y que practiques esta manera de ser generoso para que comiences a vivir este estilo de vida.

Oración

Señor, te doy gracias por bendecirme con la familia que tengo. Te pido que abras las oportunidades para que demuestre esta generosidad con mi familia, que no haya en mí temor alguno para expresar palabras bonitas, para tener actos de amor con mi círculo íntimo; que pueda experimentar tus bendiciones a través de cada acto que hago y, sobre todas las cosas, que nos unas más cada día. En el nombre de tu hijo Jesús, amén.