Nacer de NuevoMuestra

¿Qué es nacer de nuevo?

Nacer de nuevo es nacer del Espíritu.

Jesús le dijo a Nicodemo que debía nacer del Espíritu. Cuando Jesús habla de nacer de la carne, se está refiriendo al proceso natural de nacer del vientre de una madre. 

Pero el nacimiento espiritual es algo que sólo el Espíritu de Dios puede hacer. No es algo que nosotros logremos por medio de nuestros esfuerzos o por medio de nuestras capacidades. No. Nacer de nuevo es algo que sólo el Espíritu Santo puede realizar en nosotros. 

Si meditamos un momento, nadie decidió venir a este mundo. Nadie decidió crearse a sí mismo y desarrollarse dentro del vientre materno. Que nosotros naciéramos fue resultado de la capacidad de nuestros padres. De la misma manera, nacer del Espíritu es algo que no depende de nosotros sino de un poder que actúa sobre nosotros, el poder del Espíritu Santo. 

Nacer de nuevo es recibir la vida misma de Dios.

En el diálogo que Jesús tiene con Nicodemo, vemos que el Señor concluye que nacer de nuevo es equivalente a tener vida eterna. 

Algunas personas tienen la idea de que la vida eterna es una vida en el cielo que nunca va a terminar, una vida que nunca verá el final de la muerte. Y esta definición de la vida eterna es cierta pero incompleta. Porque la vida eterna no sólo significa vida infinita sino que implica "algo" que nunca ha sido creado y que no tiene principio. Y esa cualidad sólo la posee Dios. Por eso, la vida eterna no sólo hace referencia a la duración sino que apunta, principalmente, a la cualidad de esa vida. Tener vida eterna significa, sobre todo, tener la misma vida de Dios. Porque sólo Él es eterno.

Nacer de nuevo significa ser su hijo.

En Juan 1:12-13 dice que los que reciben a Jesús, los que creen en su nombre, pueden ser hechos hijos de Dios. Y en el siguiente versículo añade que esta obra sólo la realiza Él. Así como veíamos cuando Jesús le dijo a Nicodemo que nacer de nuevo es una obra del Espíritu.

Al recibir la naturaleza de Dios, al recibir su vida, es bastante lógico ser llamados hijos suyos; pues nacimos de Él.

Esta nueva condición de hijos nos hace imitar a nuestro Padre. Y de manera natural, nos hace reaccionar como Él y desear lo que Él desea. Como dice el refrán: "hijo de tigre, pintito".

La condición de hijos nos lleva a buscar la relación que Jesús nos invita a tener con Dios, de Padre e hijo.