[Serie #vida] Cómo ser padres | Parte 2Muestra
Refrigerio para tus huesos
¿Te has dado cuenta de lo agotador que es el pecado? ¿Lo desgastantes que son las mentiras? ¿Lo dañino que es hacer lo malo incluso para nuestro cuerpo? Si no me crees, haz una búsqueda en internet de las estrellas de rock que te encantaban cuando eras chico y ve cómo se ven ahora. Verás a una persona que envejeció bastante rápido, quien lleva los estragos de sus malas decisiones en su rostro, porque la paga del pecado es muerte. El pecado nos envejecerá o nos matará. Sé que a veces es difícil creerlo, pero así es.
Esta es la historia de un par de amigos que estaban preocupados por la mala conducta reciente de un amigo en común a quien llamaremos Joe. Uno de ellos le dijo al otro: «Necesitamos ir a hablar con Joe. Básicamente, está destruyendo su vida. Creo que solo necesitamos presentarnos en su casa, sentarnos con él y decirle: “Hermano, hoy se termina”». Así que ambos fueron y se presentaron en casa de Joe. Joe se sorprendió de la visita repentina. Los tres se sentaron a la mesa de la cocina y uno dijo: «Hermano, hoy se termina. Vinimos a confrontarte por la doble vida que estás llevando porque te amamos y nos preocupamos por ti». Joe se puso de pie. No sabía que decir o qué hacer. Su mente estaba rodando a toda velocidad. Finalmente, solo se asió de los costados de la mesa de la cocina, escondió la cabeza entre sus manos y comenzó a sollozar. El otro amigo le preguntó: «¿Cómo ha sido?». Y Joe, con grandes lágrimas corriendo por sus mejillas dijo: «Es tan agotador. Es muy agotador». No dijo: «Oh, ha sido maravilloso complacer mi carne. Ha sido increíble hacer lo que se me antoja». Solo se asió de los costados de la mesa y sollozó: «Es tan agotador. Es muy agotador».
El pecado es agotador, y te matará o te envejecerá, pero nunca te bendecirá. En cambio, si cultivas la humildad y cultivas la santidad en tu propia vida e instruyes a tus hijos para que hagan lo mismo, de modo que juntos puedan evitar el mal, tendrán salud en sus huesos y fuerza en su cuerpo. Cuando cultivamos un carácter de santidad y humildad en nuestra propia vida e instruimos a nuestros hijos para que hagan lo mismo, ¿cuál será el resultado? El resultado es sanidad y fuerza.
Escrituras
Acerca de este Plan
Como padres, algunas veces nos podemos perder en lo cotidiano de la paternidad. Necesitamos recordar que lo único a lo que debemos dirigirnos es el corazón de nuestros hijos. Si confiamos en el Señor y les enseñamos a hacer lo mismo todo el tiempo veremos venir las recompensas que él promete. Aprovechemos para poner en su corazón la melodía que a ellos les gustaría cantar cuando ya no estemos.
More
Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://houstonsfirst.org