[Serie #vida] Cómo ser padres | Parte 2Muestra
Ser los únicos
Uno de nuestros mayores temores como seres humanos es terminar siendo los únicos. ¿Qué significa ‘ser los únicos’? De niños, si nuestros padres nos decían que era Día de Ir en Pijama a la escuela, justo antes de bajarnos del coche, nos asegurábamos de que en verdad fuera Día de Ir en Pijama, ¡y que no fuéramos los únicos en nuestro pijama entero de tigre!
Como padres, tememos junto con nuestros hijos que puedan ser excluidos o señalados. No obstante, deberíamos estar al tanto de algo en la vida, vendrá un tiempo en el que seremos los únicos. Entonces, confiaremos en el Señor con todo nuestro corazón y no nos apoyaremos en nuestra prudencia. ¿Qué debemos responder si uno de nuestros hijos nos dice: «¿Pero qué tal que soy el único?». Necesitamos armarnos de todo el amor y de toda la firmeza de los que seamos capaces y decir: «Eso sería excelente. Te hará una mejor persona».
¿Por qué? Porque esperamos, como padres, que nuestros hijos sean los únicos en algunos otros momentos. Esperamos que sean los únicos que no estén bebiendo en esa fiesta, los únicos que no se droguen, que no hagan trampa, que no contesten, que no se estén comportando mal en una cita, que no le mientan a los demás y que sean los únicos que respeten la autoridad.
¿Lo ves? Necesitamos tener el carácter y la fuerza de criar a nuestros hijos para que sean los únicos en ciertas ocasiones. No permitas que tu temor coarte su confianza en el Señor y evite que tengan una posición de carácter.
Sin embargo, hay otra recompensa con la que podemos contar. Cada vez que confiamos en el Señor, algo sucede. Dios hace algo por nosotros: endereza nuestras veredas. Eso es lo que queremos para nuestros hijos. Queremos que Dios los dirija al cónyuge correcto, a la vocación correcta, a la universidad correcta, al bachillerato correcto o a los amigos correctos. Queremos que él dirija sus veredas y las nuestras.
Queremos que nuestros hijos confíen en el Señor con todo su corazón y que no se apoyen en su propia prudencia, de modo que el resultado sea que caminen en la voluntad de Dios. Cuando nuestra confianza en el Señor crece con mayor profundidad en nuestro corazón es cuando somos los únicos a la vista de todos y no contamos con nadie más que él.
Escrituras
Acerca de este Plan
Como padres, algunas veces nos podemos perder en lo cotidiano de la paternidad. Necesitamos recordar que lo único a lo que debemos dirigirnos es el corazón de nuestros hijos. Si confiamos en el Señor y les enseñamos a hacer lo mismo todo el tiempo veremos venir las recompensas que él promete. Aprovechemos para poner en su corazón la melodía que a ellos les gustaría cantar cuando ya no estemos.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://houstonsfirst.org