Devocional de oración alrededor del mundoMuestra
El kintsugi: La gloria del quebrantamiento y la sanidad
La artesanía es una parte clave de la cultura japonesa tanto en el pasado, como hoy. Ya sea que estén haciendo sushi o kimonos, los artesanos pasan años, incluso décadas, repitiendo la misma tarea perfeccionando su arte. Lo mismo pasa con la cerámica; un aprendiz servirá en la casa de un maestro durante años para aprender a hacer un jarrón o tazón digno.
Pero como todas las cosas materiales, la cerámica se rompe. Te imaginas el susto de cualquiera que rompa sin querer su preciado tazón de arroz. ¿Qué harías en esta situación? ¿Tirarías esta obra maestra hecha por un famoso alfarero que se ha entrenado por décadas? ¿O tratarías de pegarlo de nuevo y fingir que no pasó nada?
¿Y si hubiera otra manera? En Japón se llama kintsugi. Es un método de reparación de cerámica que utiliza laca dorada para reparar las piezas rotas. A través del kintsugi, una pieza de cerámica, hermosa pero rota, puede transformarse en algo aún más bello.
En la Biblia, se describe a Dios como un alfarero en varios pasajes: Isaías 29:16, Isaías 45:9 y Jeremías 18:1-6. Él es nuestro Creador; le pertenecemos a Él y Él puede hacernos, o reconstruirnos, como Él quiera. En este sentido, creo que Dios es Aquel que hace kintsugi, sanando y restaurando vasijas rotas. Como dijo el salmista: "Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas" (Salmos 147:3).
Dios no solo nos restaura de nuestro quebrantamiento, sino que nos lleva a otro nivel de gloria. Por ejemplo, Jesús hizo a Pedro, un pescador y Su discípulo. Aunque Pedro negó a Jesús antes de ser crucificado. En Juan 21, Jesús sanó, perdonó y restauró a Pedro, no para que volviera a ser un pescador, ni un discípulo, sino para que fuera la roca sobre la cual Jesús edificaría Su iglesia (Mateo 16:18).
Veamos otro ejemplo: Jesús. Si bien Dios reveló Su gloria a través de Jesús en Su ministerio aquí en la tierra, después de la cruel muerte de Cristo en la cruz, Jesús resucitó de entre los muertos y Su cuerpo fue transformado en algo glorioso, aunque las marcas de los clavos de Su crucifixión seguían en Sus manos.
El kintsugi nos da una visión de dos principios bíblicos. La primera es que cuando Dios sana y restaura nuestro quebrantamiento, no nos regresa a donde estábamos originalmente, sino que nos lleva hacia un nuevo reino de gloria.
El segundo principio, en especial mostrado por las marcas de los clavos en el cuerpo resucitado de Jesús, es que nuestro pasado es parte de nosotros, incluso si está roto. El kintsugi no oculta que la cerámica estaba rota. Más bien, reconoce que sí estaba rota, pero dirige nuestra atención a la laca dorada brillante que la restauró.
Volviendo a la pregunta anterior, ¿qué se hace con la cerámica rota? o, mejor dicho, ¿qué haces si tú eres la cerámica rota? ¿Vas a vivir en tu quebrantamiento sin buscar sanidad, o tal vez te rendirás? ¿Vas a intentar pegar tus piezas de nuevo, fingiendo que nunca te han lastimado o que has vivido una vida perfecta? Espero que te presentes ante tu Creador como una vasija rota y le pidas que no solo te restaure sino que también te haga de oro.
Petición de oración:
· Ora por un avivamiento en Japón. De una población de 126 millones, solo el 0.6 por ciento son cristianos evangélicos, lo que convierte a los japoneses en el segundo grupo de personas no alcanzadas más grande del mundo.
· Ora por las nuevas generaciones en Japón, que enfrentan soledad y una gran presión académica, y están siendo influenciados por el materialismo.
Escrituras
Acerca de este Plan
¡Bienvenido a tu gran aventura! A través de estos devocionales, vamos a viajar alrededor del mundo explorando la verdad de la Palabra de Dios. Nuestros guías serán amigos de la diversa red de socios globales de OneHope. Sus áreas geográficas pueden variar, pero todos están unidos con el propósito de compartir la Palabra de Dios. ¡Viaja con nosotros en un tour de 30 días a través de las Escrituras!
More