Los cedros de Dios

El Líbano es conocido por sus cadenas montañosas, lo que le da a la nación un paisaje único respecto a otros países árabes de la región. También es conocido por su comida, como la ensalada tabulé y el hummus. Líbano es tal vez más famoso por sus cedros, que llenan las cimas de sus montañas y son el emblema de la bandera del país. En el distrito de Barouk, los cedros se conocen como "Los cedros de Dios". Hay dos elementos distintivos relacionados con estos árboles que les valieron este título y de los cuales podemos extraer valiosas lecciones para nuestras vidas.

Primero, como muchos de los árboles, cuando un cedro comienza a crecer, suele ser ancho en la parte inferior y puntiagudo en lo alto. Sin embargo, a medida que envejecen (algunos tardan miles de años), comienzan a aplanarse en la parte superior. Tan grandes como son los cedros del Líbano, permanecen en total reverencia a su Creador. Cuanto más viejo es el cedro, más plano se vuelve en lo alto, lo que puede verse como un acto de adoración y sumisión a su Creador. 

Cuando Job estaba luchando por dar sentido a todas las calamidades que enfrentaba, concluyó que "Entre los ancianos se halla la sabiduría; en los muchos años, el entendimiento" (Job 12:12 NVI).

En segundo lugar, mucha gente ha escuchado la expresión "fruta colgando". Aunque esto no se aplica al cedro porque, a diferencia de otros árboles cuyo fruto cuelga de sus ramas, las ramas del cedro sostienen su fruto en posición vertical, como una persona que ofrece una pieza de fruta a un amigo. Según los lugareños, esto refleja el árbol de cedro que ofrece su fruto a su Creador, un reconocimiento de quién recibe el mérito por el fruto.

El escritor del Salmo 92:12–15 con acierto proclamó:

Como palmeras florecen los justos; como cedros del Líbano crecen. Plantados en la casa del Señor, florecen en los atrios de nuestro Dios. Aun en su vejez, darán fruto; siempre estarán vigorosos y lozanos, para proclamar: «El Señor es justo; él es mi Roca, y en él no hay injusticia».

Ambas imágenes de los cedros de Dios reflejan una postura de sumisión y reconocimiento de Su soberanía. La sumisión a nuestro Señor es cuestión de comprender que todas nuestras bendiciones y nuestro florecimiento provienen de la abundante gracia de Dios. Debemos reconocer que el fruto de nuestro trabajo no es un reflejo de nuestra capacidad para tener éxito, sino del abundante amor de nuestro Señor por aquellos que Él ha creado.

Petición de oración: 

· Hoy, el matrimonio infantil sigue siendo legal, la violencia doméstica no está penalizada y no hay grandes esfuerzos para detener la trata de personas. Esto pone a las mujeres en gran riesgo de explotación en este país.

· Ora por los 1.5 millones de refugiados sirios en el Líbano.