Principios bíblicos para sostener Conversaciones ExtraordinariasMuestra
Las conversaciones efectivas son aquellas que están insertas en un ambiente de gentileza y respeto
La palabra dicha con consideración del otro, mantiene un tono emocional adecuado para conversar, sin dar lugar al enojo y la exaltación de los ánimos. La cortesía y la gentileza crean un ambiente psicológico fértil para el entendimiento y la apertura de los interlocutores. Este tipo de hablar trae sanidad, es árbol de vida (Proverbios 15:14). “Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para los huesos” (Proverbios 16:24).
Muchas personas no son capaces de apercibirse o medir el impacto que tienen sus palabras; muchas personas no son conscientes de cómo utilizan sus palabras ni de las consecuencias que éstas generan. Y no se trata sólo de las palabras que se dicen, sino también del tono en que se expresan. Lo importante no es solo el contenido de lo que se dice, sino también la forma como se dice. Podemos ser francos sin ser rudos. La cortesía y la amabilidad no dependen de la sinceridad de nuestra comunicación, sino de la manera en que expresamos lo que decimos. Al respecto decía George Bernard Shaw: “En el tono correcto uno puede decir cualquier cosa. En el tono equivocado uno no puede decir nada. La parte delicada es seleccionar el tono”.
Hay un poder para persuadir, exhortar, instruir, edificar en la palabra gentil. “Al que piensa sabiamente, se le llama inteligente; las palabras amables convencen mejor” (Proverbios 16:21. DHH).
La forma como le hablamos a otras personas: con amabilidad y respeto o con aspereza y desconsideración, condiciona el tipo de respuesta que recibimos de ellas. La blanda respuesta busca resolver conflictos y problemas y fomenta las relaciones armónicas. Por el contrario, la respuesta áspera y brusca desata conflictos y crea desarmonía en las relaciones. Por eso la Biblia nos exhorta a:“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno” (Colosenses 4:6).
Escrituras
Acerca de este Plan
Como dos personas conversan es un reflejo de cómo está la relación entre ellos. El producto final en cuanto al estado de una relación, es la suma de muchas conversaciones, o la omisión o carencias de ellas; y de cómo en (tono, clima, ritmo, intensidad, frecuencia) fueron esas conversaciones. El sabio rey Salomón nos da algunas pautas para sostener conversaciones extraordinarias que resulten edificantes y nutritivas.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/