Si no has orado, no hagas nadaMuestra
Jesús, el modelo
El tiempo en que Jesús estuvo en la tierra gobernaba el Imperio Romano. Todos los judíos estaban bajo el dominio de los romanos. El que gobernaba era un hombre malo llamado Herodes. Podía sentirse la mano opresora romana en todas parte. Los soldados romanos estaban en los pueblos, en los campos y en las ciudades. Los publicanos cobraban impuestos a todo el mundo. En medio de ese contexto histórico le hicieron la siguiente pregunta a Jesús: «Ahora dinos, ¿es correcto que paguemos impuestos al César o no?». Humanamente era la oportunidad que tenía Jesús para protestar y expresar lo que todos los judíos anhelaban decir.
Jesús no dijo lo que su humanidad quería expresar, sino solo lo que el Espíritu Santo lo llevó a decir. En Lucas 20:24-25 Jesús les dice: «Muéstrenme una moneda. ¿De quién son la imagen y la inscripción? Ellos respondieron: Del César. Entonces Jesús les dijo: Pues den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios».
La razón por la que Jesús respondió con sabiduría en vez de protestar se basaba en que todo lo consultaba con el Padre por medio de la oración. «Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba». El secreto de Jesús era la oración.
Antes de hacer cualquier cosa, como salir a marchar y protestar, ¿te has tomado unos treinta minutos para orar y pedir la voluntad del Señor? Jesús dijo: «Si un soldado romano te exige que lleves su equipo durante un kilómetro, ¡rebélate!» Evidentemente no. Él les respondió diciendo: «Si un soldado te exige que lleves su equipo durante un kilómetro, llévalo dos».
Jesús les modeló el amor en todo tiempo. «Pero Yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues Él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos, y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual. Si solo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo».
Reflexionemos
Aquel que no ama a sus enemigos hace mentiroso a Dios, porque Dios es amor y Él está en nosotros.
Acerca de este Plan
¿Cuándo es necesario orar? ¿Por qué debemos orar? ¿Acaso hay cosas por las que no debo orar? Estas y muchas otras preguntas nos planteamos como hijos de Dios y el pastor Andrés Corson da una guía certera en este Plan devocional de siete días. Atrévete a orar, que sea una característica de tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Andrés Corson, pastor de la iglesia El Lugar de Su Presencia, en Bogotá, Colombia, en convenio con El Centro Network. Si desea saber más de estas organizaciones, por favor visite http://www.supresencia.com y http://www.elcentronetwork.com