Manifestando el propósito eternoMuestra
Somos portadores de la gloria eterna
El hombre solo funciona cuando encuentra y realiza la función por la cual fue predestinado por el Creador: ser su hijo. Todos los hombres fueron creados para ser hijos de Dios, Él quiere que todos sean salvos, pero es nuestra decisión, fruto del libre albedrío, entrar en la familia o no. El hombre fue predestinado para ser adoptado como hijo de Dios. Dios creó al hombre para manifestar su gloria en la tierra y sin Dios esto es imposible.
La salvación, la vida y todo lo que Dios nos ha dado forma parte de nosotros, fuimos diseñados así. Nadie duda que puede perder los intestinos o alguna parte interna de su cuerpo. Puedes cambiar tus calcetines, tus pantalones, pero no tu cuerpo. Formamos parte del cuerpo de Cristo, nada ni nadie nos puede separar de su amor. Nosotros no nos vestimos con la naturaleza divina, fuimos vestidos por Cristo. Este conocimiento me da el poder de saber cómo moverme en mi propósito, cómo funcionar de acuerdo con mi destino a pesar de que las circunstancias externas digan lo contrario.
El mayor obstáculo para la obra de Dios somos nosotros, y el principal enemigo es nuestra mente, nuestra cultura, nuestra forma viciada de accionar. Por lo tanto, nosotros tenemos que prestarnos a la renovación de nuestro entendimiento. Las circunstancias que me rodean, lo que sucede a mi alrededor, no cambia en absoluto Quién es Dios ni lo que él está haciendo.
Las leves tribulaciones momentáneas producen en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria. Algo momentáneo produce algo eterno. La tribulación que me afecta en el mundo físico produce un cambio espiritual, un peso eterno de su gloria.
Cuando Esteban estaba siendo apedreado y muriendo como el primer mártir de la historia de la iglesia, vio los cielos abiertos y a Jesús sentado junto al Padre reinando. Había muchos otros hombres junto a él, en el mismo sitio, pero nadie estaba operando con los cielos abiertos como él. Esteban era el único que estaba viendo y viviendo en una realidad que nadie más podía ver. Hay otros que ante mi mismo problema o situación pueden estar viendo delante de ellos un infierno, pero en Cristo, yo veo a Cristo reinando.
Cada vez que en el Antiguo Testamento los hombres de Dios enfrentaban una crisis, Dios respondía manifestando una revelación de Cristo. Cuando no tuvieron qué comer en el desierto, Dios les dio el maná, pero es Cristo nuestro pan de vida. Cuando no tuvieron para beber, Dios hizo brotar agua de la roca, que es Cristo, la fuente de agua viva.
En cualquier crisis que atravieses, vas a ver a Cristo revelado en tu vida. La gloria de Dios se manifiesta en tu vida cuando tu fe es probada. Así que no fijamos nuestra mirada en lo visible, sino en lo invisible, porque lo visible es pasajero, pero lo invisible, el reino inconmovible, es eterno, al igual que su gloria en nosotros.
Escrituras
Acerca de este Plan
¿Cuál es mi propósito en la tierra? Esta es la pregunta que el ser humano está haciéndose desde que tiene uso de razón. Dios puso eternidad en nosotros y, como iglesia, tenemos un propósito eterno por manifestar. Descubre el origen, el fin, el medio y el resultado de la manifestación del propósito de Dios en ti.
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Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.americanbible.org/