Manifestando el propósito eternoMuestra

La actividad principal de la iglesia

Todos los seres humanos tenemos en nosotros una insaciable sed de conocimiento en cuanto al por qué de las cosas. ¿Por qué y para qué estoy en la tierra? ¿Qué sentido tiene la vida? ¿Cuál es el propósito de mi existencia? Por miles de años nos hemos estado haciendo esta pregunta y la respuesta varía con relación a la persona que responde. 

Desde los primeros filósofos griegos hasta la filosofía contemporánea, es notable el interés por hallar «la teoría del todo». El santo grial de las razones de nuestra existencia. He aquí, la respuesta a nuestra pregunta en palabras divinas: «el propósito eterno».

¿En qué consiste el propósito eterno de Dios? Su propósito eterno se expresa a través de la voluntad amorosa del Padre, de hacerse conocer a través del Hijo, en la iglesia, para que Él (Cristo) sea el todo en todo.

¿Cuál es el origen del propósito eterno? Nace de su voluntad y en su amor. No es simplemente fruto de su voluntad porque le dio la gana, no es un capricho o placer. Es fruto de su amor, emana de su personalidad.

El medio escogido para que Cristo llene todo de su gloria es la iglesia. Cuando en la iglesia sus hijos caminan y viven en Cristo, manifiestan el propósito eterno de Dios. El motivo principal por el cual fuimos creados manifestará como resultado que el Hijo sea todo en todo.

Mi actividad primaria como hijo de Dios es manifestar la vida de Cristo en todo hasta que, en mi entorno, Cristo sea todo en todo. La salvación no era el propósito eterno para tu vida, era el medio. Dios te salvó para que manifestaras a Cristo, y la vida de Cristo en tu entorno, hasta que todo y todos sean llenos de Cristo. La comprensión y la revelación de mi propósito, aquí en la tierra, cambia mi perspectiva en cuanto a mi participación en el mundo como hijo de Dios.

Como consecuencia, la vida del Hijo tiene relevancia e importancia y, a la vez, mi vida tiene sentido, tiene razón de ser en este mundo en Cristo, por Cristo y para Cristo. Todos tenemos en la vida como propósito la manifestación del propósito eterno. Para esto, debo vivir con conciencia de lo eterno, con mi mirada puesta «en las cosas de arriba». Debo vivir entendiendo que fui predestinado para esta gracia. Hasta que no tenga esta comprensión, voy a vivir sintiéndome un visitante, alguien que quizá está un rato en un ambiente religioso pero que no comprende ni vive con conciencia de lo eterno. 

Cada uno de nuestros lectores tiene una historia única de cómo interactúan con la Biblia. Te invitamos a dar clic en el enlace de abajo, para que podamos aprender más sobre ti y lectores como tú. Tu participación ayudará a que El Centro Network continúe proveyendo recursos bíblicos de alta calidad para las personas en cualquier lugar. Comenzar la encuesta