[Serie Confiado] Confianza en la oraciónMuestra

Ora por carácter

Cuando oramos por nuestra relación con Dios, lo primero que aprenderemos es a orar por nuestro carácter. Como muestra la investigación que mencionamos, el 74% de los estadounidenses ora por sus propios problemas. Esto sucede porque cuando las personas oran, se concentran en sus circunstancias. Está bien orar por nuestras circunstancias. Podemos orar por una mejor relación con nuestro cónyuge, por sabiduría para ser padres piadosos o por una dificultad financiera que necesitamos resolver.

Sin embargo, es aún más importante orar por el carácter. Por ejemplo, la misma investigación que mencionamos muestra que el 21% de los estadounidenses ora por ganar la lotería. Oramos para tener más dinero ya que no queremos tener ningún tipo de preocupación financiera. Sería mejor que oremos pidiéndole al Señor que nos convierta en personas que confían en su provisión y que, por lo tanto, no se preocupan por las finanzas. De la misma manera, en vez de orar para que despidan a ese compañero de trabajo que nos hace la vida difícil, como lamentablemente lo hace el 5% de la gente, pidámosle al Señor que nos moldee de tal manera que nosotros podamos trabajar con personas difíciles. Pidámosle que nos dé la gracia de poder entrar en la oficina y ser amable con esa persona con la que es difícil convivir.

Cuando oramos por nuestro carácter, esto crea un cambio permanente dentro de nosotros que afecta nuestra perspectiva. Nuestras circunstancias a menudo cambiarán como resultado de este cambio interior. Nosotros, sin embargo, seremos mejores seres humanos, independientemente de si nuestras circunstancias cambian o no. Podremos mostrar mejor el amor de Cristo a este mundo en situaciones favorables y desfavorables.

Las oraciones por el carácter te dan confianza para caminar por la vida. En lugar de pedirle al Señor que te haga la vida más fácil, pídele que te cambie. Te convertirás en una persona más fuerte que podrá enfrentar con confianza cualquier cosa que la vida le presente. Cristo mismo describió esta confianza como la paz que le daba a sus discípulos. Jesús nos dijo que en este mundo enfrentaremos problemas, pero también prometió que él ya había vencido al mundo. Jesús nos da la paz que viene de Él, no de este mundo. Como cristianos, podemos caminar con la paz de Dios en cualquier situación.

Cuando enfrentamos la vida con la paz de Cristo, siempre podemos orar con confianza. Sabemos que Dios nos escucha. Podemos estar seguros de que todas las cosas cooperarán para nuestro bien, así como promete en Su Palabra. Cuando oramos para convertirnos en individuos pacíficos y confiados, viviremos una vida pacífica y de confianza en Cristo.