30 días de salud emocionalMuestra

El otro día, una amiga admitió que siempre ha pensado que ha vivido una vida encantadora, que todo ha sido agradable y que jamás ha pasado por dificultades. Por poco me ahogo con mi ensalada.

Este declaración era falsa. Aunque he sido bendecida por muchas, muchas maneras, definitivamente no soy ajena a las dificultades.

Mi infancia estuvo marcada por el alcoholismo y el divorcio. Me mudé tantas veces que ya he perdido la cuenta. Fui dolorosamente tímida. Los miembros de mi familia han luchado contra todo, desde abuso sexual hasta trastornos de alimentación, enfermedades mentales, cáncer y más. En los últimos años he perdido a varios miembros de mi familia muy cercanos. Me divorcié y me volví a casar, y nuestra familia mixta tiene cuatro hijos entre los 10 hasta 13 años.

Y sin embargo estoy muy agradecida, siento tanta alegría, y sin duda soy bendecida. A pesar de nuestras dificultades, casi todos en mi familia son creyentes y que nos animamos en nuestro camino de fe. Cada uno de mis hijos tiene una relación personal con Cristo, igual que mi esposo.

Estoy agradecida por todo lo que he vivido. Las dificultades me hicieron crecer y han formado quién soy. Sin ellos, no sería la madre, esposa, amiga, ni hermana o hija que soy hoy. Probablemente no tendría la empatía que tengo.

Las cosas malas por las que pasamos no son fáciles, pero se supone que no deben serlo. Construyen el carácter y me acercan más a Dios.

Esta vida en carne propia no estaba destinada a ser perfecta. De hecho, en Juan 16, Jesús nos prometió que tendríamos dificultades. Pero el cielo nos espera.

Aquí están algunas de mis Escrituras favoritas para durante las pruebas difíciles.

• Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13).

• Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaura y los hará fuertes, firmes y estables. (1 Pedro 5:10).

• Y por supuesto, el verso de hoy, hablado por Jesús.

Recuerdes, que por lo que estés pasando, no estás sola. Estamos todos juntos en esto, y como creyentes es bueno apoyarnos unos a otros y en Jesús.

~ Jessica Brodie