Ayuno Del Pensamiento ErróneoMuestra

DIA 19 — “No tengo lo suficiente.”

La mayoría de la gente conoce los beneficios del ayuno de alimentos; pero el ayuno de pensamientos erróneos es un tesoro y una fuerza que no han sido explotados sino hasta ahora. A medida que continúes en este viaje increíble y accedas a este poder, ¡tú serás transformado!

Hoy estamos ayunando del pensamiento que dice, “No tengo lo suficiente”.

Esta es una mentalidad que dice: “No tengo suficiente dinero. No tengo suficiente tiempo. No tengo suficientes amigos. No tengo suficiente educación, etc.”.

Estos pensamientos son una barrera invisible que te mantienen en el patio trasero de la carencia y la deficiencia.

VAMOS A CAMBIARLO HOY

1. Cree en la abundante provisión de Dios. Nuestro Dios se llama a sí mismo: El Shaddai, el Dios que es más que suficiente. Tenemos más que suficiente de Dios viviendo dentro de nosotros. Dejemos de pensar en términos de no es suficiente y empecemos a pensar en términos de más que suficiente.  

2. Piensa en la multiplicación. Dios dijo, fructifíquense y multiplíquense. Él es un multiplicador y tú también ¡Cree en el Dios de la multiplicación!

3. Piensa en el huerto de manzanas. Una semilla de manzana se convierte en un huerto de manzanas ¡Una pequeña semilla se convierte en más que suficientes manzanas para toda una comunidad! Cree en el poder de la semilla.

4. La semilla satisface la necesidad. Recuerda: ni siquiera Dios puede multiplicar una semilla que tú no siembras. Siembra una semilla.

5. Sé paciente. Los agricultores entienden que hay semilla, tiempo y cosecha. No te olvides que el tiempo es el conector entre la semilla y la cosecha.

6. Dios no está tratando de obtener algo de ti; Él está tratando de darte algo a ti. Confía. Déjalo ir. A medida que dejas ir lo que tienes en las manos, puedes recibir lo que Dios está tratando de poner en tus manos. Da, y se te dará en buena medida. 

PIÉNSALO Y DILO

Siempre tengo lo suficiente, porque Filipenses 4:19 dice: Dios suplirá TODAS mis necesidades, conforme a Sus riquezas. Siempre tengo lo suficiente, porque mi Dios es más que suficiente. Creo que las semillas satisfacen las necesidades. Soy un sembrador y por lo tanto soy un segador. Dios es un multiplicador y yo también.

He sido llamado a ser fructífero y a multiplicarme. Dios está multiplicando cada semilla buena que he sembrado. A medida que doy, ¡Él me devuelve una medida buena, apretada, remecida y rebosante, en el nombre de Jesús!