Ayuno Del Pensamiento ErróneoMuestra

DIA 22 — “Simplemente no puedo perdonarme a mí mismo.”

Hoy estamos ayunando del pensamiento que dice: “Simplemente no puedo perdonarme a mí mismo”.

¿Quién no ha pensado eso en un momento u otro? Al diablo le encantaría mantenernos en una auto condenación por las cosas que hemos hecho o dejado de hacer. Él sabe que eso nos paraliza y nos impide tener el impacto que Dios pensó para nosotros.

VAMOS A CAMBIARLO HOY

1. Date cuenta que sólo por la sangre de Jesús merecemos el perdón. No es porque nuestros errores “nunca ocurrieron” o “no fueron tan malos”. Deja las racionalizaciones y las excusas, y simplemente recibe la misericordia y la gracia de Dios.

2. FUE ASÍ de malo, ¡pero Dios es aún MÁS bueno! Santiago 2:13 dice que “la misericordia triunfa sobre el juicio”. Su misericordia hacia ti TRIUNFA sobre tu propio juicio. En Lucas 22:34, Pedro negó al Señor tres veces y Jesús le perdonó. Más tarde, Pedro predicó el primer sermón después de que Jesús resucitó de los muertos y 3000 personas fueron salvas en un día. Pedro fue capaz de perdonarse a sí mismo cuando supo que Jesús lo había aceptado. De la misma forma, tú también has sido aceptado por Dios, sin importar lo que hayas hecho, simplemente creyendo en Su obra terminada en la cruz.

3. Renuncia a tu derecho de retener CUALQUIER COSA en tu contra. Dios no retiene nada en tu contra. El perdonarte a ti mismo es simplemente ESTAR DE ACUERDO con Dios. Su estándar es la perfección absoluta y Él te perdona. El Salmo 103:12 dice: “Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones”.

4. Deja de estar repitiéndote lo que hiciste. Ya está hecho. Se acabó. Ahora acepta la segunda oportunidad (o tercera o cuarta) que Dios te ofrece. Filipenses 3:13 dice: “(…) olvidando lo que hay detrás y avanzando (...)”. El avanzar hacia adelante comienza en tu forma de pensar.

5. Cree que la culpa no viene de Dios. Él no te impone la culpa para tratar de que dejes de hacer algo. Romanos 2:4 dice que “(…) es Su amor y bondad la que nos lleva al arrepentimiento”. Puesto que la culpa y la vergüenza no provienen Dios, solo puede venir de otro lugar—del diablo. Santiago 4:7 dice, “(…) someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.

6. Renuncia al AUTO-CASTIGO. Muchas personas piensan inconscientemente: “Si me siento lo suficientemente mal, podre pagar de algún modo por lo que he hecho” ¿Por qué debemos pagar el precio por lo malo que hicimos si YA ha sido pagado? Deja de castigarte. Al tratar de “pagar por lo que hemos hecho”, estamos dudando e insultando la misma sangre de Jesús, que HA PAGADO el precio en su totalidad. Acepta Su regalo gratuito.

PIÉNSALO Y DILO

Recibo misericordia hoy, por la sangre de Jesús. Aunque no lo merezco Dios declara sobre mí que soy “inocente”. Donde he fallado, la misericordia de Dios triunfa sobre el juicio.

Hoy renuncio a mi derecho de retener CUALQUIER COSA en contra de mí mismo. Merezco ser castigado, pero Jesús tomó ESE castigo por mí. Me olvido de lo que queda atrás y sigo adelante, avanzando en mi vida con Dios, a pesar de que siento que he fallado sin remedio.

Rechazo esta culpa y auto condenación que el diablo está tratando de imponerme. Dios es el Dios de las segundas oportunidades. Ya no trataré de sentirme mal para pagar por lo que he hecho ¡El precio por lo que hice o por lo que fallé ha sido pagado en su totalidad por la sangre de Jesús!