Ayuno Del Pensamiento ErróneoMuestra

DIA 24 — “No puedo controlar mis emociones”

Hoy estamos ayunando de los pensamientos que dicen: “No puedo controlar mis emociones”.

Todos tenemos emociones, pero desafortunadamente ¡a veces ESTAS nos tienen a nosotros!

Dios nos creó para vivir con emociones positivas y saludables. Son las emociones negativas las que pueden dañar nuestras vidas, nuestras relaciones y nuestro futuro. La idea de que somos “víctimas” de nuestras emociones debido a nuestro género, nuestra cultura, nuestra etnia o nuestro tipo de personalidad, tiene que ser eliminada.

VAMOS A CAMBIARLO HOY

1. Nuestras emociones son el resultado de nuestros pensamientos. Si piensas pensamientos tristes, te pondrás triste. Si piensas pensamientos alegres y llenos de fe, serás feliz. Como un hombre piensa por dentro, así es él.

2. Rechaza la creencia de que tus emociones son el resultado de tu cultura, de tu etnia o de tu género. Tu cultura puede ser más o menos expresiva de emociones, pero todos somos seres espirituales con el poder para gobernar nuestras emociones con la Palabra de Dios.

3. Tú has recibido DOMINIO PROPIO. ¡Está en ti! 2 Timoteo 1:7 dice: “Porque Dios no nos dio un espíritu de temor, sino de poder, amor y dominio propio”. Gálatas 5:23 dice que el fruto del Espíritu incluye DOMINIO PROPIO, ¡y el Espíritu está en ti!

4. Créelo, TÚ tienes el control. En la medida que controles tus pensamientos, controlarás tus emociones ENTONCES, ¡no sentirás la necesidad de controlar a los demás!

5. PUEDES recordar lo que es la felicidad. Jeremías OLVIDÓ lo que era la felicidad porque se convenció a sí mismo de la miseria. Cuando comenzó a pensar en la bondad de Dios, EL GOZO FUE RESTAURADO. Las emociones siguen los pensamientos, ya sean buenos o malos.

6. Expresa tus emociones H ACIA A RRIBA; y no necesitarás expresarlas siempre HACIA AFUERA. Cuando viertes tu corazón y tus sentimientos a Dios (sin importar qué tan malos sean), la tentación de explotar en otros se verá disminuida.

PIÉNSALO Y DILO

Ya no estoy más bajo el control de mis emociones. Estas están bajo mi control. Al llenar mi mente de buenos pensamientos, se convertirán en buenas emociones. Puedo controlar mis emociones con mis pensamientos y mi pensamiento está rendido ante la Palabra de Dios.

Tengo autocontrol y dominio sobre mi vida. Y desde este día en adelante, mis emociones me sirven en lugar de controlarme. Derramo mis emociones a Dios, y no necesito derramarlas en otros ¡En el nombre de Jesús!