Ayuno Del Pensamiento ErróneoMuestra

DIA 29 — “Me siento estresado.”

Hoy estamos ayunando del pensamiento que dice: “Me siento estresado”.

El estrés es una mentalidad poderosa que vamos a deshacer. Es una acumulación de pensamientos o miedos que se apoderan de tu mente hasta que penetran y controlan tus emociones, tu salud y tus relaciones.

VAMOS A CAMBIARLO HOY

1. Conoce a tu enemigo. El verdadero enemigo es pensar que debes deshacerte del enemigo. El Salmo 23:5 dice que Él prepara una mesa (celebración) en presencia de tus enemigos. Comienza a celebrar y alabar a Dios en medio de la presión, del problema o de las malas noticias. Ahí es cuando pierde su poder.

2. ¡El Príncipe de la Paz vive en ti! (Colosenses 1:27) La paz viene de la presencia de Dios, no de la ausencia de problemas. Medita en el hecho de que la presencia de Dios está en ti y contigo. Jesús dijo: “(...) Yo estoy con ustedes siempre (...)”.

3. Tu tesoro es mayor que tu problema. En 2 Corintios 4:6–8, Pablo dijo: “Estamos atribulados por todos lados, pero no estresados” ¿Por qué? Porque él sabía que tenía un tesoro dentro; el poder de hablar la Palabra de Dios y cambiar su situación.

4. Ten la seguridad que vas a lograrlo. La incertidumbre es fuente del estrés. Jesús tuvo paz, en Marcos 4, e incluso durmió en medio de una tormenta violenta ¿Cómo sucedió? Porque Él declaró: “Vamos al otro lado” ¡Las palabras de Dios crean certeza y la certeza elimina el estrés!

5. No estás bajo estrés; ¡estas sobre el! Estás sentado con Cristo en lugares celestiales (Efesios 2:1– 6). Vive la vida desde arriba, desde la perspectiva de Dios. SOLAMENTE estás arriba, y no debajo (Deuteronomio 28:13). La batalla ya está ganada. Jesús lo hizo todo. Tu lucha es simplemente creer eso. Ahí es cuando el estrés se va.

PIÉNSALO Y DILO

Estoy libre del poder del estrés. No tengo que deshacerme de todos mis problemas para eliminar el estrés. Tengo una mesa en presencia de mis enemigos. Ellos NO tienen poder sobre mí.

El Príncipe de la Paz vive en mí. Estoy seguro que lo lograré. Voy a pasar al otro lado. La batalla ya está ganada. Jesús lo hizo todo. Mi tesoro es más grande que mi problema, estoy por encima del estrés y no por debajo de este ¡en el nombre de Jesús!