Ayuno Del Pensamiento ErróneoMuestra

DIA 18 — “No puedo parar.”

Hoy estamos ayunando del pensamiento que dice “No puedo parar”.

Dejar un hábito, un pecado o una adicción puede ser una de las cosas más difíciles de la vida; pero se hace fácil cuando nos damos cuenta de que Jesús no solo murió para perdonar nuestros pecados; sino también para darnos poder sobre este y para liberarnos de estar en esclavitud de cualquier cosa.

VAMOS A CAMBIARLO HOY

1. Deja de intentar parar. En cambio, simplemente continúa ayunando del pensamiento erróneo. Proverbios 23:7 dice: “Como un hombre piensa, así es él”. Tus pensamientos moldearán tus decisiones; tus decisiones moldearán tus acciones; tus acciones moldearán tus hábitos.

2. Despierta a la gracia de Dios. Romanos 6:14 nos dice que el pecado no tiene dominio sobre nosotros “(...) porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia”. Abraza la gracia ¡Es el amor gratuito de Dios, no ganado e inmerecido!

3. La gracia te empodera. Tito 2:11 dice: “Es la gracia de Dios la que nos capacita y nos instruye para resistir y negarnos a la impiedad”. Ve al trono de la gracia de Dios ahora mismo y pide Su ayuda.

4. Su yugo es fácil. Tú estás unido a Jesús. Eso significa que Él cargará con el peso de tu lucha y te guiará a través de ella.

5. El cambio te sucede a ti; no por ti. Romanos 12:2 dice, “Sean transformados”. Esto es algo que te sucede A ti, a medida que renuevas tu mente a la Palabra de Dios ¡Te está sucediendo ahora mismo mientras ayunas del pensamiento erróneo! Y a medida que llenas tu mente con la bondad de Dios, ella te LLEVA al “arrepentimiento” (que es: cambiar tu pensamiento, Romanos 2:4).

6. No existe el “no puedo”. (Frase de Mickey a Rocky en la película Rocky II.) Elimina el “no puedo” de tu vocabulario y de tu mentalidad. Tú puedes hacer todas las cosas a través de Cristo.

7. Deja de castigarte por lo que no has hecho. A menudo nos castigamos con la auto condenación. Nunca haremos lo suficiente para Dios. Es por eso que Jesús lo hizo todo. Él pagó por el pecado, la maldición y nuestro fracaso. Nuestro trabajo es creer.

PIÉNSALO Y DILO

Ya no estoy más bajo la esclavitud ni el control de ningún pecado, hábito o problema en mi vida. Estoy bajo la gracia de Dios, me dio dominio sobre el pecado y la tentación. Estoy unido a Jesús. Por lo tanto, camino en Su fortaleza. Al renovar mi mente a la Palabra de Dios, ¡estoy siendo transformado y cambiado en el nombre de Jesús!