AbrahamEjemplo

La fe se demuestra

A pesar de toda su confusión interior, Abraham no vaciló en obedecer. La mañana después que Dios le habló, comenzó a hacer lo que el Señor había ordenado. No esperó, no tomó tiempo para pensar en lo que tenía que hacer. Obedeció de inmediato. ¡Qué grande se había vuelto la fe de Abraham!

Abraham no fue gobernador de naciones como José. No fue líder de un pueblo en el desierto como Moisés. Ni fue un rey como David. Con la excepción del rescate de Lot en Génesis 14, no se registra ningún “acontecimiento espectacular” en su vida. Los relatos sobre Abraham se concentran en algo totalmente diferente; su fidelidad en su relación con Dios. Dios usó el ejemplo de Abraham para enseñar a todos los creyentes esta gran lección: no son las hazañas lo que hace grande a los hombres delante de Dios, sino la fe, esa fe que obedece por completo el mandato del Señor.

También sobresale la obediencia de Isaac. La Biblia no dice que se haya resistido a Abraham en el momento que su padre lo ató y lo puso en el altar. Su confianza en la decisión de su padre debe de haber sido grande. De esa manera Isaac también fue un símbolo de la obediencia de abnegación que Jesucristo mostró con relación a la voluntad de Su Padre.

• ¿Qué cualidades observas en Abraham que te gustaría desarrollar en tu vida?
• La vida de Abraham prueban que fe y obediencia van de la mano, ¿por qué crees necesaria esa combinación?
• Abraham no renegó en contra de Dios, pese a la gran prueba, ¿alguna vez tú lo hiciste?
• ¿Cómo defines la fe?