AbrahamMuestra
Un sacrificio impensado
Job puede haberlo dicho mejor que nadie: «El Señor me dio lo que tenía, y el Señor me lo ha quitado. ¡Alabado sea el nombre del Señor!». Job perdió todo lo que tenía, y sin embargo, se aferró a su fe en Dios.
Abraham tuvo una crisis parecida. Cuando Dios le pidió que sacrificara a Isaac, Abraham sintió que estaba renunciando a todo lo que era importante en su vida. Isaac era el hijo de la promesa que Abraham y Sara habían esperado por años. Todas sus esperanzas y sueños estaban puestas en ese hijo. Aunque Abraham no perdió a Isaac, demostró una fe tan firme como la de Job. Siguió hacia adelante hasta la tierra de Moriah, en obediencia al Señor aunque no sabía lo que Dios esperaba de él.
La fe de Abraham es un ejemplo para los cristianos de hoy. Cuando decidimos que vamos a creer en Dios contra viento y marea, podemos seguir adelante apoyándonos en su gran poder. No es algo fácil de hacer. Para Abraham fue una decisión dolorosa. Pero salió victorioso de esa prueba a su fe. El consentimiento del sacrificio de Isaac llegó a ser el punto culminante de una vida de fe en la confiabilidad de su Dios.
- Piensa en la relación que tienes con Dios. ¿Es tu dedicación a Él de tal magnitud que estás dispuesto a sacrificar cualquier cosa?
- ¿Qué sería lo más duro de dejar en tu vida, por Dios?
- ¿Crees que Dios llegaría a pedirte algo como lo que le pidió a Abraham?
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios suele pedir cosas extrañas, pero nunca tan extraña como lo que le pidió a Abraham y sin embargo ese pedido cambiaría la historia para siempre.
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Nos gustaría agradecer a Jazôn por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.jazon.info