[El amor de Dios] Constante e irrevocableMuestra

El amor de Dios es irrevocable

¿Alguna vez te has preguntado acerca de qué podría hacerse para que el mundo fuera un lugar mejor? ¿Para hacerlo más pacífico? ¿Te has preguntado, qué lo hace un lugar tan caótico?

El caos del mundo se debe, a que hemos evitado el amor de Dios. Le hemos dicho a Dios que no queremos su amor, que no queremos operar en su amor o incluso experimentarlo. Queremos hacer las cosas a nuestra manera, con nuestra propia sabiduría y por nuestra propia gratitud. Esa es la razón de todo el caos en el mundo. Debido a esto, no hay una sola cosa que podamos hacer como seres humanos para hacer del mundo un lugar pacífico. Tiene que ser a través del amor de Dios, que opera en el pueblo de Dios, para brillar con dicho amor. Un amor que es irrevocable, no importa lo que alguien más haga. No depende de nada, ni de nadie, sino de Dios mismo.

El amor humano hacia otro humano es revocable; constantemente recuperamos las cosas que damos, decimos o hacemos, siempre revocamos las cosas. Pero el cielo, para el amor humano es irrevocable. El amor de Dios por nosotros es irrevocable. Su amor por nosotros no está condicionado, no importa lo que hagamos o no hagamos.

Irrevocable es un término legal. Es algo que no puedes retirar. Es algo irrevocable: vinculante, inmutable, definitivo, un hecho, final, indestructible, permanente, estable, cierto, concluyente, férreo, inevitable. El amor de Dios es así por y para nosotros. Se basa en su carácter, no en nuestras acciones.

A menudo pensamos que cuando hacemos algo mal, o tomamos malas decisiones, Dios ya no nos ama o que su amor ha cambiado hacia nosotros y ahora nos ama de manera diferente. Pero el amor de Dios no funciona de esa manera. No solo porque Dios es nuestro padre, sino porque va en contra de quién es él y todas las promesas que nos hizo.

Su amor nunca cambiará y nunca recuperará su amor. Esta es una verdad que debemos aprender a aceptar y comprender. No hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Es algo que Dios nos dio para disfrutar y aprovechar el resto de nuestras vidas. Su amor irrevocable.