[Serie 1 Juan] Nuestro amor y nuestra vidaMuestra

La alegría de la intimidad con Dios

La alegría de vivir lo que creemos, hace que crezcamos en intimidad con Dios y él se nos revela. No vas a encontrar intimidad cuando eres obediente pero no tienes fe, o cuando dices que tienes fe, pero no obedeces. Solo encontrarás intimidad por medio de la fe y la obediencia, a medida que te acerques y descubras más en él.

Lo que sucede ahora, es que guardamos los mandamientos debido a nuestro amor por él. Así, experimentamos su amor por nosotros. Ahora, estoy completamente entregado a él y soy útil para su gloria. Yo confío en él. Él me dirige con cada paso porque he experimentado y visto su fidelidad con el tiempo. Esto me convierte en un mejor esposo, un mejor empleado y empleador. Me hace fiel.

Algunas personas de nuestra iglesia ponen «lo que digo» y «lo que hago» juntos. Las palabras y las acciones deben ir juntas. Este grupo fue a Carolina del Norte a nombre de nuestra iglesia, para ayudar con el desastre producido por los huracanes y para ayudar a limpiar casas de los damnificados. Dijeron que una persona estaba en Home Depot y que no sabía cómo proteger su casa. Una de las personas del equipo, le acaba de decir cómo hacerlo. Él y su grupo tenían credibilidad, porque eran de Houston, donde se viven frecuentemente esos desastres. El miembro de la iglesia compartió a Jesucristo con esa persona, allí mismo, en el pasillo de Home Depot y pudo contarle sobre el amor de Jesús que puede ayudarlo en cualquier desastre.

Ese equipo, también ha participado en servir miles de comidas a las personas en necesidad. Es una cosa asombrosa. Somos parte del cuerpo de Cristo. Estamos juntos como un equipo. Oramos por ellos. Oran por nosotros. Adoran a Dios al sacar la placa de yeso de una casa. Eso es un «decir» y un «hacer» que se unen.

No fueron porque era una obligación ir, ni porque era una imposición. No hubo un ensayo. El gobierno no dijo que todas las iglesias tenían que enviar personas para apoyar en medio del desastre. Fueron por su propia voluntad, expresaron: «Quiero estar allí». Dos miembros del grupo pudieron decir: «Sé lo que es pasar por una situación similar y ver mi casa destruida». Eso es algo enorme.

¿Conoces la alegría de unir palabras y acciones para amar a Cristo cuando ayudas a otros?