[Admirable] Exploremos los misterios de encontrar a DiosMuestra

Manifestación

C. S. Lewis, en las «Cartas a Malcolm: Principalmente en oración» dijo: «Podemos ignorar, pero no podemos evadir la presencia de Dios. El mundo está lleno de él. Camina por todas partes de incógnito».

Dios está en todas partes porque es omnipresente. Él llena el cielo y la tierra. Llena el pasado, el presente y el futuro, todo al mismo tiempo. Uno nunca puede irse o regresar a su presencia. Él siempre está en todas partes.

Sin embargo, la Biblia nos dice que después de que Adán y Eva pecaron, escucharon el sonido del Señor Dios caminando en el jardín al fresco del día, y Adán y su esposa se escondieron de la presencia del Señor Dios entre los árboles del jardín. Si Dios está absolutamente en todas partes, ¿cómo puede uno esconderse de su presencia detrás de un árbol? Debe haber otra dimensión de su presencia. La palabra hebrea para presencia aquí significa «en la cara». Es un mayor nivel de intimidad.

Adán y Eva se escondieron de la cara o intimidad de Dios. Adán y Eva se escondieron de la presencia manifiesta. Esta es la presencia revelada de Dios que se revela en cierto lugar y tiempo. Es la esencia evidente: su presencia hecha visible y discernible. Aunque Dios está en todas partes, no es evidente en todas partes. La presencia manifiesta, es la esencia física y tangible de Dios.

Dios ha indicado en su Palabra cómo se puede encontrar su presencia revelada. Requiere esfuerzo encontrar la presencia de Dios en tu vida y en tu adoración. Debemos buscar al Señor y buscar su rostro todo el tiempo, dice  Salmos 105. Debido a que la palabra «presencia» se traduce «en la cara», el salmista lo alienta a acercarse y frente a Dios.

Me buscarán, preguntarán y requerirán (como una necesidad vital), y me encontrarán cuando me busquen con todo su corazón, nos dice la Escritura. Debes ser proactivo para buscar y procurar la presencia de Dios. Es esencial que un adorador tenga pasión por su presencia.

Quien se acerque a Dios debe, necesariamente, creer que nos recompensará consigo mismo. Cuando persigas persistentemente la presencia del Señor, lo encontrarás y lo conocerás. Como alguien que busca de Dios, te convertirás en uno que encuentra a Dios.

Ora conmigo: Padre celestial, te persigo apasionadamente y quiero saber más de tu presencia manifiesta en mi vida. Te buscaré y procuraré para que pueda estar ante ti y comunicarme contigo con asombro, maravillado. Enséñame a ser un auténtico buscador de Dios. En el nombre de Jesús, amén.