[Serie Motivados a la vida] Tu enemigo está donde tú lo percibesMuestra

El miedo está donde tú lo percibes

Por razones laborales, paso mucho tiempo viajando en avión. Esto, a veces, hace que haga largas esperas (de ocho o más horas) en distintos aeropuertos y como he aprendido a aprovechar cada minuto de mi vida, me dedico a observar el comportamiento de las personas que están a mí alrededor. 

Una vez en el avión, unos duermen, otros sufren, otros toman café, otros leen, otros juegan y otros se besan... ¿Por qué unos disfrutan y otros no? Porque depende de qué manera, unos y otros perciben el peligro, analizan la situación y enfrentan la realidad. Cada persona le asigna a la realidad, un valor diferente. Por lo tanto, todo depende de cómo hayas aprendido a enfrentar las distintas situaciones de la vida. Tus enemigos están donde tú los percibes.

Jesús envió a sus discípulos a que cruzaran del otro lado del lago mientras él retiró a la montaña a orar. De repente, se hallaron en problemas cuando se desató una tremenda tormenta, con un fuerte viento y grandes olas. En la madrugada, Jesús se acercó a ellos caminando sobre las aguas en medio de la tempestad, y ellos pensaron que era un fantasma, ¡la solución estaba frente a sus ojos, pero ellos veían un problema, un enemigo, un fantasma!

El Maestro les dijo que no tuvieran miedo, que tuvieran ánimo porque él estaba ahí, en medio de la tormenta. ¿Cuántas veces Jesús está a nuestro lado con la respuesta a nuestra dificultad y nosotros en vez de mirarle y cobrar ánimo, ponemos nuestra mirada en el problema en vez de en la solución?

Allí estaba Jesús, desafiando las fuerzas de la naturaleza y de la física, ¡caminando sobre las aguas! ¿Sabes cuál fue la reacción de Pedro? Una reacción poco común, dijo: «…Señor, si realmente eres tú, ordéname que vaya hacia ti caminando sobre el agua» (Mateo 14:28) NTV.

Increíblemente, Pedro comienza a caminar hacia Jesús. Mientras mantuvo su mirada en Jesús, ¡caminó sobre las aguas! Verdaderamente cuando creemos, vemos la gloria de Dios manifestándose en nuestras vidas.

Lamentablemente, hay un pero. El versículo 30 inicia diciendo: «Pero cuando vio el fuerte viento y las olas, se aterrorizó y comenzó a hundirse» NTV. La pregunta de Jesús nos indica la raíz del temor: «…Tienes tan poca fe – le dijo Jesús –. ¿Por qué dudaste de mí?» (Mateo 14:31) NTV.

La fe nunca te hace ver el problema, la fe siempre te hace ver la solución. La fe nunca nos deja viendo el problema, sino que nos hace ver la salida. Cuando Dios te imparte fe y tú crees – verdaderamente – que Dios tiene el control, nunca vas a quedar atrapado en las circunstancias difíciles. Por eso el hombre debe conectarse con su Creador, con quien es el verdadero autor de su vida y de la fe. 

Meditación del día

¿Qué dudas están agobiando tu mente que puedes disipar confiando y poniendo tu mirada en Cristo?