Mi hijo es diferente: apoyo para los altibajosMuestra
La discapacidad no es una maldición
Hay una historia que pinta una muy buena imagen metafórica de lo que puede sentirse cuando te enteras de que algo es dramáticamente diferente con tu hijo. Lee esta versión acortada para un repaso rápido.
Has planeado un viaje a Italia. Perdiste algunos kilos como anticipación a toda la pasta que comerías. Sabías que irías al Coliseo y a la Torre Inclinada en tus primeros días. Empacaste los atuendos perfectos para las fotos que te sacarías en el Mediterráneo. Algunos de tus amigos habían ido a Italia antes, así que te sentías preparado y estabas listo para seguir todas sus mejores recomendaciones.
Pero cuando el avión aterriza, tu piloto dice, "Bienvenidos a Holanda." Estás enojado, molesto, dolido e incluso tal vez confundido. No quieres sonar ingrato, pero no habías pedido ni querido venir a Holanda. ¿Cómo llegué aquí? ¿Qué hace la gente para divertirse aquí? ¿Qué veré y experimentaré? ¿Cuál es el idioma aquí?
Y puedes estar enojado y confundido por algún tiempo. Puede que te sientas vencido por el no saber las respuestas a esas preguntas y a tantas otras que tienes. Puede que te sientas completamente solo. Todos los demás que conoces están en la Costa Amalfitana disfrutando del sol y de la comida marina. Y tú estás aquí en Holanda.
La verdad es: Hay belleza en lugares inesperados. Pero a veces, porque nos sentimos engañados o porque no podemos evitar preguntarnos por qué Dios no nos dejó seguir los sueños que habíamos imaginado para nosotros mismos, no podemos encontrar la belleza.
Aquí hay algunas verdades que te pueden ayudar a encontrar la belleza en la vida que Dios te ha dado.
1. Situar la culpa perpetúa el dolor en lugar de traer sanación. A veces nos encontramos a nosotros mismos jugando a "Y si" y el "Juego de la culpa." Pero mientras la culpa puede prometer cierre, en su lugar trae dolor. Situar la culpa no suele llevar a la sanación, y no te traerá la paz que estabas esperando. Además, nadie necesita ser culpado porque Dios puede ser glorificado en su lugar (Juan 9:1-3). Así que si lo necesitas, perdónate a ti mismo, a otro, o a Dios.
2. Dios hizo a tu hijo con intención. Todos somos hechos a la imagen y semejanza de Dios, y todos somos Su mayor obra maestra. Una obra maestra no se hace en una noche y no se hace descuidadamente. Es elaborada, moldeada y formada con cuidado, intención y amor. Un pintor no convierte simplemente esas manchas en su paleta en cualquier cosa. Incluso pintores que parecen meramente salpicar pintura en el lienzo tienen una visión. Ellos ven en sus mentes lo que quieren crear, y con gran atención y habilidad artística, crean algo maravilloso de la nada. Dios hizo eso con tu hijo. Él hizo algo—alguien—maravilloso. (Salmo 139:13-15; Efesios 2:10; Éxodo 4:11)
3. Tendremos nuestras respuestas al otro lado del cielo. Tal vez no sepas por qué terminaste en tal viaje inesperado, y eso está bien. Tal vez nunca sepas por qué tu viaje tuvo que ser tan doloroso a veces. Ahora sólo vemos en parte. No tendremos visión 20/20 o entendimiento completo de mucho en este lado del cielo. Mientras tanto, Dios sólo nos pide que tengamos fe—en que Él está obrando en las cosas para nuestro bien, y que Él hace todo con intención. (2 Corintios 4:16-18; Romanos 8:28; 1 Corintios 13:12)
4. Hay belleza en lo diferente. Seguro, tus amigos y familia pueden parecer como si estuvieran viviendo tu sueño, ajenos a tus experiencias. Puede que incluso estés celoso cuando miras sus vidas. Pero entiende esto: la vida de tu familia, con todas sus diferencias y singularidad, es hermosa. Seguro, incluye desafíos para los que no siempre te sientes preparado, pero Dios te mostrará y te enseñará cosas diferentes y asombrosamente maravillosas en tu viaje particular. De hecho, serás capaz de aprender verdades profundas y poderosas que jamás habrías aprendido si hubieses aterrizado en "Italia".
Así que Dios desvió tu avión y te trajo a "Holanda." ¿Puede ser esta la mayor bendición en tu vida? Mira a tu alrededor, ve las luces, y disfruta tanto como puedas. En poco tiempo, ¡te darás cuenta de que hay Rembrandts, Van Goghs, molinos de viento, espectaculares campos cubiertos de tulipanes, y stroopwafels para disfrutar!
No estás siendo castigado o maldecido. Haz sido bendecido con un hijo hermoso, perfecto, hecho a la imagen de Dios.
Diario: Escribe algunas de las alegrías y algunos de los hermosos momentos que has tenido en el viaje de tu familia con discapacidad/necesidades especiales. Y si recién estás empezando, escribe una lista de los hermosos pensamientos y sentimientos que tienes acerca de tu hijo.
Acerca de este Plan
Este Plan Bíblico es para padres con niños con discapacidades, diferencias o cualquier tipo de necesidades especiales–sin importar en qué etapa estés de tu viaje particular. Lee a otros padres y partidarios sobre cómo lidiar con todos los sentimientos, abordar las pruebas, y disfrutar los triunfos cuando se trata de ser padre de un niño diferente.
More