Lecciones de mi jardínMuestra
Dios no desperdicia nada
En mi práctica de jardinería mantengo una pila de compost. Es el lugar específico donde se recolecta el césped cortado, las hojas caídas, las sobras de las preparaciones de la cocina que utilizan vegetales y frutas, los granos de café ya usados, las cáscaras de huevo y hasta las cenizas de la chimenea y se hace una pila.
Después de algunos meses, toda la basura desechada pasa por un proceso maravilloso. Esos corazones de manzana, tomates podridos, y apio blando—todas esas sobras inservibles— se descomponen, desintegran y se convierten en tierra oscura y arcillosa. ¡Qué transformación!
Recuerdo un año cuando antes de que yo pudiera transportar esa tierra rica a mi jardín, en el montón comenzó a germinar una planta exhuberante, con hojas de un verde profundo. La curiosidad me ganó, así que la dejé en el montón de compost, ya que reconocí que esas hojas eran de planta de melón o de calabaza. Pronto, la planta creció y se hizo más grande. Las hojas verdes crecieron y luego aparecieron las flores de un amarillo vibrante, desarrollándose eventualmente en una enredadera sin daños por enfermedad o insectos. Antes de que pasara mucho tiempo, las flores amarillas se convirtieron en pequeñas calabazas que continuaron creciendo y prosperando. ¡De esa enredadera que creció de un montón de basura, coseché trece calabazas grandes!
Qué lección fue para nosotros. ¡Jesús cargó la pila de nuestras decepciones y lamentos, de nuestras decisiones equivocadas y malas, de todo el lío de nuestra culpa y vergüenza! El peso de nuestro pecado fue clavado en Su cruz y ya no tiene poder sobre nosotros. A través de Su resurrección victoriosa Él nos ofrece una transformación increíble—de muerte, a una vida rica y abundante. Tenemos un nuevo comienzo ¡una nueva historia!
Tú no eres la basura de tu pasado. No eres el montón de tus problemas. ¡Eres una creación perfectamente nueva en Cristo y en Su amorosa bondad, Él te ofrece Sus misericordias cada mañana!
¿Estás siendo retenido por el dolor del pasado o estás plantado en tierra fértil? Tú decides.
¡Levántate del montón de remordimiento! ¡Tu Dios no desperdicia nada! ¿Qué frutos buenos está Él haciendo crecer de la "pila de basura" en tu vida?
Acerca de este Plan
Las plantas y las vides, el agua y la tierra -tantas analogías usadas en la Palabra de Dios rodean la jardinería y las prácticas agrícolas, presentando paralelos para nuestra vida y nuestro corazón. Acompaña a Robin mientras comparte algunos de sus pensamientos a partir de la combinación de dos de sus mayores pasiones: la jardinería y la Biblia.
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