Dos seres.Muestra

 Al que venciere.

Luego de una batalla viene una recompensa, luego de entender que la lucha interna entre la carne y el Espíritu trae una u otra recompensa, hay que ver la promesa de nuestro Señor para aquellos que se paran en la brecha y luchan cada día, son obedientes a la voz de Dios y cumplen la gran comisión; cuando vemos la coronación de los ganadores deseamos nosotros lograr también llegar a la meta.

Sé que no es fácil para muchos hablar de la eternidad porque les causa pavor pensar en la muerte, sin embargo, ella es algo natural para todos los seres vivos de este mundo y debemos aceptarla como la voluntad de nuestro Padre; entender que el esfuerzo que hagamos mientras estemos aquí será recompensado debe ser nuestro motor para cada día buscar el rostro de Dios y hacer su voluntad.

No te asustes, no tengas temor, ten presente que Dios está en control de tu vida y continúa adelante sin mirar atrás; recorre el camino trazado por el Maestro, recuerda lo que nos dice Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” El Camino está con nosotros todos los días de nuestra vida y nos llevará al Padre. Te invito a orar:

Amado Padre, gracias porque tienes una gran recompensa para mí, sé que has trazado un camino verdadero para poder llegar a tu presencia y por eso te pido que me guíes siempre, que tu luz brille en mí y me alumbres el entendimiento, en el nombre de Jesucristo, amén.