Momentos de Aprendizaje para Mamás: Devociones para Descubrir a Dios en lo CotidianoMuestra

A mi hija pequeña le encanta jugar a la persecución, excepto que ella lo llama "atraparme." A ella le encanta perseguir a su papá por la casa, y le encanta que la persiga a ella. Mientras que cualquiera de estos me pone un poco nervioso debido a todo lo que ocurre en la casa, trato de mirar hacia otro lado para que se produzca la unión de papá-hija.

Inevitablemente, un juego de "atraparme" casi siempre termina de la misma manera. Ella se está riendo y corriendo, y mientras mi marido se ralentiza a propósito, ella le da una palmada triunfante con su pequeña mano.

Ella se gira para correr en dirección contraria a él y le dice: "¡Atrápame, papá!" En lugar de mirar hacia el frente hacia donde está corriendo, se gira para mirar hacia atrás y ver si él va por ella. Unos pocos pasos más y se tropieza con un juguete o se topa con un mueble. Y luego lo habitual: llorar, acunar, besar el lugar, etc. Eventualmente, espero que ella aprenda a mantener sus ojos mirando hacia adelante.

LEER

Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo.

Hebreos 12:1-3 (NVI)

APLICAR

Mientras corremos nuestra carrera en la vida, hay muchas cosas en las que podemos centrarnos. Podemos mirar detrás de nosotros el dolor pasado, los errores y las decepciones. Arreglar nuestros ojos en el pasado solo causará otra caída. Podemos mirarnos a nosotros mismos y ver las dificultades de una lucha actual. Centrándonos en nuestros problemas actuales solo nos cansaremos y perderemos el corazón. En cambio, deberíamos fijar nuestros ojos en Cristo. Él es el que tiene un plan para nuestras vidas y nos está guiando hacia él, perfeccionándonos en el camino y equipándonos con todo lo que necesitamos. Al mantener nuestro enfoque en Él, vemos su ejemplo en la forma en que respondió a las luchas y dificultades en su vida, que soportó por nuestro bien. Entonces podemos animarnos a seguir corriendo nuestra carrera con optimismo.

ORAR

Padre, gracias por el ejemplo de Cristo, que dejó el cielo para ser como Él, para experimentar mis luchas y luego conquistar el poder del pecado en mi vida. Permíteme mantener mi enfoque en Tu ejemplo y no perder el corazón.

REFLEJAR

¿En qué situación necesito fijar mis ojos en Cristo hoy?