Momentos de Aprendizaje para Mamás: Devociones para Descubrir a Dios en lo CotidianoMuestra

Mientras estaba al final de mi embarazo, las actividades cotidianas con un niña pequeña activa empezaron a ser cada vez más difíciles. Sentarme en el suelo para jugar era una hazaña, tratar de leer un libro con ella en mi regazo era cómico, y jugar en un parque infantil era simplemente agotador.

Un día mi niña estaba jugando en su pequeña tienda. "Mami, entra!" ella me llamó. Apenas podía caber en su tienda sin estar embarazada de ocho meses.

"Soy demasiado grande para caber en tu tienda de campaña en este momento, pero puedo meter mi cabeza", le ofrecí. Ella no estaba satisfecha. Luego hizo lo que todos amamos y odiamos como padres; ella me citó de nuevo.

"Puedes hacerlo, mami, ¡solo inténtalo!", dijo con optimista aliento. Me encanta que ella escuche y esté aprendiendo la perseverancia, pero preferiría que no se me aplique la misma perseverancia. Después de mucho gemir, moverme y arrastrarme, con éxito me metí en la pequeña tienda, me agaché debajo del techo corto, mis rodillas tocaron las de ella en el espacio estrecho. Ella tenía la sonrisa más grande, "¡Buen trabajo, mamá! ¡Lo hiciste! ”. Por supuesto, sabía que era físicamente posible que encaja en la tienda, simplemente no quería pasar por el trabajo que se necesitaría para lograrlo.

LEER

No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre. Sé lo que es vivir en la pobreza, y lo que es vivir en la abundancia. He aprendido a vivir en todas y cada una de las circunstancias, tanto a quedar saciado como a pasar hambre, a tener de sobra como a sufrir escasez. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Filipenses 4:11-13 (NVI) 

APLICAR

Si bien el último verso en esta selección de Filipenses es bien conocido, rara vez lo vemos en el contexto de los versículos que lo preceden. Sabemos que podemos hacer todas las cosas a través de Cristo, pero hay muchas cosas que no queremos hacer o simplemente no estamos dispuestos a hacer. Si reclamamos este versículo y lo usamos para lograr grandes cosas que nunca soñamos que pudiéramos lograr, entonces no deberíamos sorprendernos cuando Dios nos lo susurra cuando nos llama a hacer tareas de baja categoría, ordinarias o incluso degradantes.

Hacer todas las cosas significa justamente eso, todas las cosas. Vivir la vida cristiana no es fácil, no es desordenada. Dios quiere que digamos "sí, puedo hacerlo" a cualquier cosa que nos llame, grande o pequeña, fácil o difícil, glamorosa o monótona. Independientemente de nuestras circunstancias, la satisfacción se produce cuando decimos "sí", incluso cuando significa hacer un sacrificio.

ORAR

Padre, gracias por trazar buenos planes para mí. Perdóneme las veces que digo "sí" solo a los planes de los que quiero ser parte, en lugar de a todo lo que me ha llamado para participar.

REFLEJAR

¿Qué necesito para decir "sí, puedo hacerlo" hasta hoy?