Si Dios es soberano, ¿por qué orar?Muestra

La oración es el medio

Las Escrituras nos dicen que Dios es soberano. Él guía todos los caminos y acciones humanas por su providencia. Dios se deleita en ser soberano por el bien de su gente y su creación. El diccionario define «soberano» como poseer el poder supremo o final. Esto significa que el Dios soberano tiene completo control sobre su creación.

Al mismo tiempo, Dios nos instruye para orar. Las Escrituras nos prometen que Dios escucha nuestras solicitudes y peticiones, él escucha nuestras oraciones. Las Escrituras también nos aseguran que la voluntad de Dios actuará mientras nosotros oramos. De hecho, orar es un mandamiento. Jesús nos da un modelo de cómo orar.

Cuando nosotros pensamos sobre la soberanía de Dios, su absoluto control y poder sobre todas las cosas, la pregunta es: ¿Por qué habría el soberano Dios, quien tiene su propia voluntad para todas las cosas, de instruirnos a orar? ¿Cómo reconciliamos orar con la soberanía de Dios?

La respuesta es que orar es el medio que Dios, en su soberanía, eligió por medio del cual trabajar. Por ejemplo, el soberano Dios provee diariamente comidas para nuestras familias para comer. Sin embargo, nosotros necesitamos ir a trabajar para ganar el dinero para pagar esas comidas. Dios suple nuestro sustento por medio de nuestro trabajo. Él ha ordenado operar por medio de la gente quien planta los campos y cosecha los granos. Él ha elegido también trabajar por medio de la naturaleza, el sol, la lluvia, para suplir para su creación. Es la manera en que Dios provee.

De la misma manera, Dios trabaja en los asuntos humanos por medio de la oración. Orar es el medio a través del cual Dios opera en nuestras vidas. Esta es la razón realmente importante. Yo puedo decir, «Dios tiene soberanamente decidido alimentarme». Pero si no salgo a trabajar, no voy al mercado y no cocino los alimentos, voy a estar hambriento. Yo mal entendí como la soberanía de Dios ha elegido trabajar en mi vida.

Esto también es cierto con respecto a la oración. Si yo vivo una vida sin oración, me moriré de hambre espiritualmente. Dios determinó trabajar en mi vida por medio de la oración. Así que, si yo quiero conocer más a Dios, necesito orar. Si yo quiero que Dios me de un mejor trabajo o un milagro en mi familia, necesito orar. Orar es el medio que Dios ha elegido de trabajar para manifestar su soberana voluntad en mi vida.