El sueño de Dios para tu vidaMuestra

Seis pasos para la toma de decisiones bíblicas

Dios le dio a Moisés el sueño de conducir fuera a los hijos de Israel después de 400 años de esclavitud, pero Moisés tenía que tomar la decisión de confrontar al Faraón. Dios le dio a Noé el sueño de salvar al mundo del diluvio, pero Noé tenía que tomar la decisión de construir el arca. Dios le dio a Abraham el sueño de construir una gran nación, pero Abraham tenía que tomar la decisión de dejar todo lo que tenía y salir en busca de lo desconocido.

Así como estos hombres, tú nunca vas a cumplir el sueño de Dios para tu vida hasta que llegues al punto de tomar la decisión y dar un paso de fe.

Ya sea sobre tu carrera, matrimonio, finanzas, salud o hijos, hay un plan simple y viable para la toma de decisiones bíblicas que te mantendrá en el camino para perseguir el sueño de Dios para tu vida.

1. Ora por dirección. Antes que hagas algo más, obtén la perspectiva de Dios en el asunto: “El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría será librado" (Proverbios 28:26 RVR1960).

2. Conoce los hechos. No hay contradicción entre la fe y la realidad. Busca todo lo que puedas antes de tomar una decisión. Proverbios 13:16 dice: “El prudente actúa con cordura, pero el necio se jacta de su necedad” (NIV).

3. Pide consejo. Habla con alguien que haya hecho una decisión similar y con amigos que conozcan tus debilidades. “Y en la multitud de consejeros está la victoria” (Proverbios 24:6b RVR1960).

4. Calcula el costo. Cada decisión tiene una etiqueta con el precio; te costará tiempo, dinero, energía, reputación, talentos y recursos. Proverbios 20:25 dice: “Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más tarde reconsiderar lo prometido” (NIV). Cuando las personas te presionen a tomar una decisión, está bien decir: “Me pondré en contacto contigo”. Es más importante hacer una decisión sabia que una decisión rápida.

5. Prepárate para los problemas. Por fe, espera lo mejor. Espera que Dios trabaje en tu vida. Pero siempre prepárate para los problemas que forman parte de cada decisión. Salomón dijo en Proverbios 22:3: “El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño” (RVR1960).

6. Enfrenta tus temores. El perfeccionismo paraliza tu potencial. Dios siempre ha usado a personas imperfectas en situaciones imperfectas para que su voluntad sea hecha. Eclesiastés 11:4 dice: “El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará”. Tienes que confiar en Dios y empezar a moverte a pesar de tus problemas, temores y dudas.

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