El sueño de Dios para tu vidaMuestra

En el retraso, puedes confiar en los tiempos de Dios

Cuando persigues el sueño de Dios, habrá retrasos. Él usa esos períodos para probarte y prepararte para enfrentar lo que siga.

Tendemos a preocuparnos cuando nos retrasamos. Nos estresamos, quejamos, ponemos tensos. Los israelitas, cuando Dios retrasó su viaje desde Egipto a la tierra prometida, reaccionaron igual: "y se desanimó el pueblo por el camino. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés" (Números 21:4b-5a RVR1960)

La queja y la inquietud fue el pecado que mantuvo a los israelitas fuera de la tierra prometida. No importaba lo que Dios hiciera, encontraban algo de que quejarse. No tenían agua, así que Dios se la dio. No tenían comida, pero cuando Dios proveyó, se quejaron de lo que recibieron. Es fácil quejarse cuando somos obligados a esperar, ¿verdad? No nos importa esperar si podemos quejarnos.

Proverbios 19:2 dice: "aquel que se apresura con los pies, peca". Es frustrante estar apurados y que Dios no lo esté. ¡Dios nunca está apurado! La Biblia dice que un día es como mil años y mil años como un día para Él. Es más grande que el tiempo. Lo más inútil que podemos intentar hacer es apurar a Dios. Cuando intentamos tomar los asuntos en nuestras manos y ayudar a Dios, nos metemos en problemas.

Cuando recibes un sueño de Dios y tomas la decisión de ir a por ello pero luego eres forzado a entrar en la sala de espera, empiezas a buscar formas de llevarlo a cabo por ti mismo.

Pero la Biblia dice que hay que confiar en los tiempos de Dios: "Guarda silencio ante Jehová, y espera en él... No te excites en manera alguna a hacer lo malo" (Salmo 37:7-8 RVR1960).

Descansar puede ser un acto de fe. Significa que estás esperando en el Señor. Cuando Jesús y los discípulos estaban en un bote atrapado en una gran tormenta, Jesús seguía durmiendo en medio de todo el jaleo mientras que los discípulos entraban en pánico. Cuando lo despertaron para preguntarle: "¿Por qué duermes?" Respondió: "¿Creen que Dios dejará que el barco se hunda conmigo aquí?" Al dormir en medio de la tormenta, Jesús estaba diciendo que podemos confiar en Dios incluso en medio de una tormenta.

Cuando entramos en una tormenta, tendemos a quedarnos despiertos toda la noche y a inquietarnos. Pero esos significa que no estamos viviendo por fe. No podemos dormir porque no confiamos realmente en que Dios lo solucionará. Dios dice: "No te inquietes. Recuerda que siempre estoy contigo, confía en mis tiempos."

La preocupación solo te hace miserable. Así que deja de preocuparte y empieza a confiar en que Dios trabajará en y a través de ti mientras estás en espera en el camino hacia tu sueño.

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