El sueño de Dios para tu vidaMuestra

¿Esperando en Dios? No temas, te inquietes o desmayes

Cuando nuestro sueño se retrasa, causa que nos olvidemos de muchas cosas. Tendemos a olvidarnos de nuestro sueño. Nos olvidamos de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas y su bondad para con nosotros en el pasado. Tendemos a olvidar que Dios está con nosotros. Olvidamos el poder de Dios.

Este fue el cuarto error que cometieron los israelitas en el desierto: "No se acordaron de la muchedumbre de tus [God] misericordias, sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo. Pero él los salvó por amor de su nombre, para hacer notorio su poder. Bien pronto olvidaron sus obras; no esperaron su consejo" (Salmo 106:7b-8, 13 (RVR1960).

¡Es increíble cuán corta era su memoria! En Egipto, Dios envió diez plagas a los egipcios solo para rescatar a su pueblo, y los hijos de Israel lo olvidaron solo unos días después cuando estaban en el Mar Rojo diciendo: "¡Vamos a morir todos!". Se olvidaron de lo que Dios había hecho. Entonces, Dios hace un milagro y abre el Mar Rojo. Caminan hasta el otro lado e inmediatamente olvidan ese milagro y claman: "¡Moriremos de sed!" Dios milagrosamente provee agua. Los israelitas lo olvidan y se quejan: "¡Moriremos porque no tenemos comida!". Estaban constantemente olvidando.

Pero no deberíamos juzgarlos tan rápidamente, porque nosotros hacemos exactamente lo mismo. Cuando una tardanza ocurre en nuestras vidas, empezamos a actuar como si Dios nunca hubiera hecho nada por nosotros. ¿Ha hecho Dios cosas por ti en el pasado? Seguro que sí. Y puedes contar con que lo haga de nuevo mañana, y al día siguiente y al día siguiente.

En lugar de olvidar, necesitas recordar las promesas de Dios. Hay más de 7,000 de ellas en la Biblia. Cuando tengas un problema, encuentra una promesa, como 2 Timoteo 2:13: "Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo." ¡Las promesas siempre son más grandes que los problemas que enfrentas!

Tal vez Dios no ha cumplido la promesa en tu vida porque está esperando por ti. Está esperando a que no temas, no te inquietes, no desmayes, no olvides. Él quiere que aprendas antes de que te libere.

Dios puede hacer las cosas inmediatamente, pero está trabajando en una agenda mayor. Las tardanzas que hay en tu vida no destruyen el propósito de Dios. Ellas cumplen el propósito de Dios en tu vida.

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