El sueño de Dios para tu vidaMuestra

Los tres beneficios de contarles a otros tu sueño

Cuando recibes un sueño de Dios, debes asegurarte de hacerlo público y anunciárselo a alguien más. Sólo con decirlo a otros, estás haciendo una declaración de fe y otros querrán ser parte de él. Primero visualiza el sueño, luego, verbalízalo diciéndo: “Esto es lo que creo que Dios quiere hacer en mi vida”.

El 30 de marzo de 1980, durante mi primer sermón en la Iglesia Saddleback, me paré delante de 60 personas y leí el sueño para Saddleback. Incluía una declaración de fe que Saddleback se convertiría en una iglesia donde el herido sería aceptado y alentado, donde, un día, seríamos 20.000 miembros de la familia de Dios equipados para el ministerio efectivo, dónde se enviarían miembros a miles a misiones a cada continente y comenzaríamos al menos una iglesia nueva cada año y donde adoraríamos y ministraríamos en un campus de al menos 50 acres.

Tenía esperanza en verbalizar estos sueños para la Iglesia de Saddleback y sabía, por fe, que se convertirían en realidad. ¿Por qué? Porque fueron inspirados por Dios. ¡Eso no significa que no estaba asustadísimo! Pero sabía que el temor a fallar me quitaría la oportunidad de hacer lo que Dios quería que haga.

Tres beneficios de contar a otros tus sueños:

1. Te hace comenzar. Una vez que lo anunciaste, debes intentar y empezar a moverte.

2. Atrae el apoyo de otros. Cuando compartí mi sueño, otros quisieron acompañarme. Un sueño de Dios atraerá personas para ayudarte que quizás no conozcas.

3. Desata el poder de Dios. Debido a tu fe, das un paso fuera del bote y comienzas a caminar sobre el agua. ¡Dios te sostendrá!

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