IntegridadMuestra

La historia de esta pareja nos muestra en forma gráfica, la integridad que Dios espera que tengamos en nuestra relación con Él. 

Los cristianos de esos momentos vivían una vida comunitaria, todo lo compartían entre ellos, y la gente de añadia a la iglesia al ver aquel estilo de vida donde todos tenían lo mismo y lo compartían. En medio de esa vida altruista, uno de los miembros de la iglesia vendió un terreno y trajo el dinero a los apóstoles para que ellos lo repartieran según las necesidades de la gente. Era un acto digno de ser admirado.

Ananías, tenía un terreno y se puso de acuerdo con su esposa, vendieron el terreno y llevaron una parte de ese dinero a los apóstoles para distribuirlo. Hasta aquí no hay nada malo. Lo malo fue la intención de dar una apariencia de altruismo ante los líderes de la iglesia. Y aquí viene la lección para nosotros.

Ananías y su esposa no comprendieron que el acto de dar a la iglesia para que fuera distribuido entre la gente, no era un simple acto de dar una ofrenda y que todos el mundo lo supiera, era una compromiso entre Dios y quién decide dar la ofrenda. La intención de Ananías es descubierta por Dios, quien le llama la atención a través de Pedro y resalta un detalle que debemos recordar, en un engaño donde nos tratamos de ver espirituales ante la gente, Dios te demandará por tratar de engañar al Espíritu de Dios. La falta de integridad es mentira al Espíritu de Dios.