IntegridadMuestra

El capítulo 2 de segunda carta a los Corintios, Pablo se concentra en explicar que aunque somo seres humanos y estamos llenos de defectos y desperfectos, la realidad es que el mensaje del evangelio llegó a cada uno de nosotros.

Esa realidad fue así en el pasado y lo es hoy, los que nos traen el mensaje no son personas perfectas porque son seres humanos, propensos a hacer el mal; la integridad es una norma de vida que establece la Biblia, y aquellos que leen la Biblia desean vivirla, porque está unido a una relación con Dios.

Si a ti te llego el mensaje a través de una persona que te falló posteriormente, no la condenes, no pongas en duda el evangelio que recibiste, ni tampoco te decepciones de Dios; esas personas fueron elegidas por Dios por la pura misericordia, igual que tú y yo.

El creyente sincero, renuncia a actuar en forma vergonzosa, o hace el compromiso de no andar en engaños, pero eso no quiere decir que ahora es una persona perfecta. La luz del evangelio nos ha llegado, fueron personas con defectos quienes nos la trajeron, pero no venían a predicarse a sí mismos, vinieron a predicar a Jesucristo que sí es perfecto.

Sigue a Jesús y Jesús crucificado, el no te fallará; pero has tu el compromiso de ser íntegro a los principios del evangelio que recibiste y no dejarte llevar por cualquier corriente de pensamiento que surja en el camino.