IntegridadMuestra

La integridad es muy importante en la Biblia. La recompensa de Dios para la persona íntegra es poder estar en su presencia, dice el Salmo 15 "La integridad es una Vida vivida en concordancia con nuestra conciencia."

La práctica de la integridad personal,  requiere valor. La historia de Job, es uno de los mejores ejemplos de la práctica de la integridad. Vivir bajo los principios de Dios, es una resolución de conciencia.

Job, por sus principios, se hacía responsable a sí mismo del comportamiento de su familia. Job se consideraba el responsable de cómo había criado a sus hijos ante Dios y la sociedad. El pasaje nos relata que Dios se siente satisfecho del comportamiento de Job y lo define como un hombre íntegro. Aquí,  Dios mismo define la persona íntegra como “la persona que no hace daño a nadie y es temeroso de Dios”. Esta definición, debe ser un estándar para medirnos a nosotros mismos.

Esta historia nos enseña que nuestra integridad puede ser probada de diferentes formas, en el capítulo 1, Job fue probado perdiendo todas sus posesiones, hasta sus hijos y su reacción fue acorde a lo que el creía: “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré al sepulcro. El Señor me dio y el Señor me quitó, bendito sea el nombre del Señor”.

En este capítulo, el enemigo dice que todo ser humano tiene su precio y que al fin en situaciones difíciles el ser humano es capaz de hacer lo que sea con tal de “salvar su pellejo”, es precisamente el enemigo de nuestras almas quien crea un refrán popular para probar la integridad de Job, “todo es cuestión de dar y recibir”. 

Según la definición dada por Dios, de Integridad, no es así, los dichos populares pueden tener mucha sabiduría. El pasaje no solo nos muestra la práctica de la integridad, también nos alienta, que el poder de la vida, lo que sucede en ella, está bajo la decisión de Dios, así que podemos mantener nuestra integridad en cualquiera que sea la situación, porque al final quien da el permiso para que sucedan las cosas es, Dios, y que no dejará que seamos probados más allá de lo que podemos soportar dice en 1 Corintios 10.13.