[Serie El amor de Dios por nosotros] Cuando un ser querido sufreMuestra
¿Cómo puedo hacer frente a esta situación?
«¿Por qué yo?» «Ahora, ¿qué va a pasar?» «¿Qué puedo hacer?» «¿Hago lo suficiente?». Estas preguntas hablan de la ira, la desesperación, el temor, la impotencia y la culpa que te sobrevienen cuando comienzas a luchar por aceptar la condición de tu ser querido. Tales sentimientos son normales. Dios oye tus gritos, conoce tu dolor y te asegura, sin importar lo que estés experimentando emocionalmente, que puedes acercarte a él y expresar tus sentimientos.
El primer día del cuidado, es el más complicado, porque los temores y las dudas están presentes. No sabes cómo hacer esto o aquello. No estás seguro si lo haces bien. Un gran temor te invade, porque no quieres incrementar su dolor. Los médicos lo hacen parecer tan fácil, pero al hacerlo, resulta difícil, vemos el dolor en el ser querido, nos apoderamos de él que parece que lo sufrimos personalmente.
Cada día que pasa, tomamos más confianza. Pero los familiares comienzan a enrolarse en sus actividades cotidianas y el peso recae más y más sobre aquel que queda encargado de su cuidado. Entonces la soledad hace su trabajo, sumando más carga al dolor de ver a su ser querido en esa crisis. Es allí donde debemos recordar lo que Jesucristo, el Hijo de Dios, hizo a nuestro favor, él nos entiende en todos los sufrimientos pues los sufrió primero. Él sabe qué se siente pasar por toda esta adversidad.
La Palabra dice que es nuestro Sumo Sacerdote y por lo tanto está dispuesto a escucharnos, consolarnos, amarnos y fortalecernos para seguir cada día, retomando fuerzas para inclusive, impartir tranquilidad y paz al ser querido en medio de su dolor. Cuando vivas la paz de Dios en medio de esa situación difícil, la impartirás a tu pariente. Esa paz ayudará a manejar mejor los momentos de dolor. Esos dolores intensos, que salen en los gemidos, no son invento, son realmente expresión de lo más profundo de su ser. No está exagerando, es que no puede más. Está sufriendo. Pero Dios, te ha dado la oportunidad de invertir tu tiempo en sus últimos días. Hazlo de tal manera, que él pueda partir en paz, lee la Palabra, ora con él, consuela su dolor en la medida que tú también recibes consuelo de nuestro amado Señor.
Palabra de confianza de parte de Dios
Acerquémonos, pues, con confianza al trono de nuestro Dios amoroso, para que él tenga misericordia de nosotros y en su bondad nos ayude en la hora de necesidad.
Escrituras
Acerca de este Plan
Este plan devocional es parte de la serie «El amor de Dios por nosotros», de American Bible Society. Veremos sobre el gran amor de Dios y el consuelo de la Palabra de Dios para los que cuidan a personas con enfermedades debilitantes y terminales. Dios está contigo también en esos días difíciles y de angustia. El cuidado al ser querido es la extensión del ministerio de compasión de Jesús.
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Agradecemos a American Bible Society y a El Centro Network por proporcionar este plan. Si desea conocer más sobre estas organizaciones, siga estos enlaces https://www.americanbible.org/ y https://elcentronetwork.com