[Serie Nada nos separa de su amor] Lo que realmente importaMuestra

El gran amor de Dios

¡Nos dio vida en Cristo! Estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, muertos en nuestra propia manera de pensar, en nuestra filosofía y manera de ver la vida. Creíamos que se trataba de hacer las cosas como se hace en nuestra cultura, en nuestra familia o en nuestra casa. Pero, en realidad, eso solo manifestaba que estábamos muertos, eso era parte de los delitos y pecados, creer que nuestra manera de pensar y ver las cosas eran las que debían prevalecer. 

¡Cuán equivocados estábamos! Hoy entendemos que por la bondad de Dios recibimos salvación no por nuestros esfuerzos personales. Pero Dios fue mucho más allá, nos hizo sentar en lugares celestiales juntamente con Cristo. ¡Cuánta generosidad de su parte! Nos posicionó en lugares de gobierno en su Hijo. Estar en Cristo es una posición más importante que ser presidente de una nación. Cuando una persona es elegida como presidente de un país, tiene una posición de presidente. Pero debe ir a su oficina y tomar acción gobernando el país por medio de los secretarios de estado o ministros, ya sea de educación, salud, defensa, etc. 

Todos tenemos que gobernar los ambientes donde nos ha colocado el Señor, primeramente, la casa. Que sea un ambiente de paz y orden. Donde todas las cosas del hogar estén coordinadas y se realicen en un ambiente de paz y gozo, manifestando el gobierno de Dios. Si aprendemos a ser fieles en lo poco, entonces seremos expuestos a gobernar cosas más grandes. Piensa que Dios no nos puso en los lugares celestiales, para que pasemos el rato sin hacer nada. Nos dio una posición tan grande para que la usemos dándole la gloria a él en todo lo que hacemos, que manifestemos su amor y su justicia en todo tiempo. La posición en Cristo y en los lugares celestiales nos dimensiona a ser responsables con todas aquellas cosas que nos han sido dadas.

Entonces veremos claramente

El amor de Dios siempre está, nunca deja de existir. Como hijos de Dios vemos las cosas de distinta manera dependiendo si hemos entrado en el proceso de crecimiento espiritual. Porque, como dice el apóstol Pablo, cuando éramos niños hablábamos como niños. En lo espiritual es igual. Es necesario que profundicemos en el conocimiento del Hijo de Dios para que entendamos las cosas que son del espíritu y cada día crezcamos, entendiendo lo espiritual desde la perspectiva de Dios.

Reflexión

Es tiempo de crecer espiritualmente para entender tantas bondades de parte de Dios hacia nosotros.