[Serie Nada nos separa de su amor] Lo que realmente importaMuestra

Dios es la única y verdadera fuente de esperanza

En la Biblia la esperanza es una expresión de certeza porque está basada en las promesas de Dios en vez de nuestras propias ilusiones. Y así, colocar nuestra esperanza en Dios significa que estamos seguros de que al final Dios prevalecerá sobre la maldad y nos hará participar de la victoria. Si colocamos nuestra esperanza en la recuperación de una enfermedad o en conseguir un trabajo, o tal vez en que cierta persona de posibilidad económica nos ayude, estamos equivocados. La verdadera esperanza está en Dios y nuestros ojos deben estar colocados en él. 

Las cosas son temporales, así como las personas, pero Dios es eterno y no cambia. Sus promesas son confiables, su poder infinito. Por eso nuestra esperanza debe estar en él.

Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza

Cada día escuchamos de más terremotos alrededor del mundo, así como tsunamis que destruyen ciudades y matan a miles de personas; enfermedades infectocontagiosas que pueden convertirse en verdaderas pandemias en pocas horas por la globalización que vivimos hoy. La economía mundial cada vez en deterioro, aunque las organizaciones mundiales están buscando la manera de solucionar los problemas que ésta acarrea como la desnutrición, analfabetismo, enfermedades que siguen en incremento. 

Cuando ponemos los ojos en los acontecimientos mundiales, podemos sentirnos desprotegidos y permitir que la desesperación invada nuestro ser. Pero cuando sabemos dónde está nuestra esperanza, quién es nuestro Dios y qué identidad tenemos como hijos de Dios, entonces estamos en el refugio correcto, en Dios. No quiere decir que nada nos va a tocar, sino que fortalecidos en Dios tendremos la actitud correcta de paz ante las dificultades; apoyo aún en medio de la necesidad, resiliencia después de los desastres. Porque como hijos de Dios tenemos su fortaleza para seguir adelante. 

Por ahora hay misericordia y gracia

El corazón de Dios está lleno de misericordia. Podemos acudir a él en todo momento, en toda situación. Nuestro lugar seguro está en el corazón de Dios, donde abunda paz y nos fortalece en todo tiempo. Su misericordia es tan abundante que, de no ser así, no tendríamos posibilidad de seguir enfrentando la vida en esta tierra. Pero en su misericordia encontramos nueva vida, que nos transforma. 

La gracia del Padre está en nosotros todos los días, es la expresión de su infinito amor hacia nuestras vidas. 

Reflexiona

Nuestro refugio seguro es Dios, su misericordia y gracia está con nosotros todos los días.