No Ver El MalMuestra

Cuando eras niño, ¿jugaste alguna vez un juego llamado "Misericordia"? Si es así, ya sabes que es raro y no es realmente un juego, sino más bien una tortura en la que básicamente agarras las manos, entrelazas los dedos y empiezas a retorcerlos hasta que alguien grita "¡misericordia!

Otra vez . . . es raro. 

Hay muchas variaciones de este juego, pero todas se basan en la misma premisa: cuando alguien establece la ventaja, la persona que es más débil (o herida) puede decir la palabra misericordia y será liberada. 

Con eso en mente, mira este versículo del Antiguo Testamento:

¡No! Oh pueblo, el Señor te ha dicho lo que es bueno, y lo que él exige de ti: que hagas lo que es correcto, que ames la compasión y que camines humildemente con tu Dios (Miqueas 6: 8 NTV).

Dios quiere que la gente ame la idea de la misericordia. No es el juego, por supuesto, sino la idea de compasión y perdón que se muestra a las personas, especialmente cuando no lo merecen.

¿Por qué? Porque eso es lo que Dios ha hecho por nosotros. 

¿A quien podrías mostrar misericordia hoy? Toma un minuto y comienza orando por ellos.Si no puedes pensar en nadie, comienza con tu familia. Si tienes hermanos menores, comienza allí. O, reza por uno de tus padres o padrastros.