Perspectiva en la cima de la montaña Muestra
Combustible en el carro
La experiencia, es el combustible para la oportunidad. Las cosas que nos suceden nos dan la oportunidad de tomar decisiones. Es como recibir una mano de cartas. No puedes controlar lo que te dan, pero sí puedes decidir cómo jugar.
Nos asustamos de la imperfección. Estamos asustados porque la experiencia también es la causa del dolor. Si podemos evitarlo, tal vez podamos evitar ser heridos. Si podemos controlarlo, quizás podamos esquivar las circunstancias negativas y sus consecuencias.
Pero no importa cuánto intentemos, no podemos controlar completamente nuestras circunstancias. No podemos mantener a raya el dolor. No podemos eliminar el riesgo o silenciar la dificultad. Lo que sí podemos hacer, es adoptar una perspectiva diferente sobre las experiencias que nos suceden. Podemos ser astutos jugando con las cartas que nos son repartidas. En definitiva, podemos perseverar.
El apóstol Pablo nos dice que nuestro sufrimiento produce resistencia. Si podemos captar completamente esas palabras, puede revolucionar nuestra perspectiva. Nuestra mentalidad, se fortalece entendiendo que somos fuertes porque Él es fuerte. No estamos abandonados porque Dios está con nosotros. Él está con nosotros hasta el final.
Dios está con nosotros en la cima de la montaña y en los valles. No podemos renunciar o creer que una temporada es el final de todo. Podemos perseverar. Hay un versículo en el libro de Hebreos que dice: Por lo tanto, como estamos rodeados por una gran nube de testigos, desprendamos todo lo que nos impide y el pecado que se enreda tan fácilmente. Y vamos a correr con perseverancia la carrera marcada para nosotros. Las carreras tienen líneas de meta por una buena razón. Dios nos exhorta a correr bien nuestra carrera hasta que nos estiren la cinta.
El fin no consiste en circunstancias. Tendemos a ver las circunstancias, especialmente las negativas, como una línea de meta. La circunstancia llega, y debemos "lidiar con ella". Entonces, de alguna manera parece que nos sorprendemos cuando un nuevo juego nos espera del otro lado. La circunstancia es más un punto de control que una línea de meta. Nos recuerda que estamos viajando y que necesitamos tomar decisiones.
Aprovechemos nuestras experiencias como oportunidades y sigamos corriendo la carrera hasta el final.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios es el único verdadero creador y verdadero dueño de todas las cosas. El mundo es más grande que nosotros. Dios quiere que sus hijos amen y sirvan a los demás. La cima de la montaña no es la meta. Es como cualquier otra circunstancia: un punto de control. Una oportunidad de estar agradecido. Una oportunidad de aprender. Una oportunidad de percibir una verdad más plena del singular viaje de la vida.
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Nos gustaría agradecer a Tim Dunn, autor de Globos Amarillos: Poder para vivir la vida por encima de las circunstancias; y miembro de la junta directiva de la Grace School of Theology en colaboración con El Centro Network, por proporcionar este plan. Para obtener más información, visita http://www.gsot.edu y http://www.elcentronetwork.com